La protesta del jueves 28 próximo, con presencia en los lugares de trabajo, se realizará desde la medianoche de ese día y hasta las 24 y no se prestarán servicios extraordinarios u horas extras «bajo cualquier modalidad en el horario inhábil», en tanto el paro nacional del viernes 29 de este mes también se aplicará durante toda la jornada, aunque sin concurrencia a los lugares de labor y bajo la misma modalidad, informó el sindicato.
La huelga del 5 de julio próximo se instrumentará sin presencia laboral desde la 0 de ese día y hasta las 24 del viernes 6 inclusive, señaló el Sindicato Único del Personal Aduanero (Supara), gremio que conduce Carlos Sueiro.
Un comunicado expresó esta tarde que «la Administración Federal de Ingresos Públicos se expresó de forma clara sobre la política salarial que procura implementar en la aduana y comenzó un plan de ajuste, que incluye la exclusión de la discusión paritaria, la baja sustantiva del Fondo de Jerarquización, la reducción de las horas, servicios extraordinarios y tasas que puedan afectar los intereses y costos de los privados».
«Mientras todos los gremios públicos y privados reclaman de manera legítima un aumento de las remuneraciones, la AFIP pretende absurda e inaceptablemente excluir a los aduaneros de cualquier recomposición salarial hasta junio de 2019 y reducir la alícuota de apropiación del Fondo en un 30 por ciento, pasándola del actual 0,72 al 0,55», puntualizó.
El documento gremial denunció que las autoridades del sector sostienen que «es necesario el ahorro de una parte de la recaudación” para mejoras edilicias, infraestructura, conectividad y parque informático, entre otros, todo en función de lo que los funcionarios denominaron «una aduana en condiciones deplorables’”.
«La verdadera noticia es pretender solventarlo con las remuneraciones y que el costo de esas mejoras lo realicen los aduaneros. Su jornada laboral es de 8 horas, según el convenio colectivo, pero la AFIP decidió un horario hábil operativo de 12 horas para la atención del comercio exterior, subsidiando así los costos privados. A ello se suma la continua reducción de la planta permanente por jubilaciones nunca reemplazadas, lo que genera carga horaria, debilitamiento de controles y sobreexigencia», puntualizó.
«Los aduaneros ya se esforzaron demasiado con la quita del 0,03 por ciento del coeficiente del Fondo de Jerarquización (en etapa judicial), el congelamiento de la planta permanente, la merma de horas para el control en áreas de frontera, la ausencia de inversión en todos los recursos, las precarias condiciones edilicias en las que realizan esas tareas de control y la exclusión de los beneficios derivados del ‘sinceramiento fiscal’ y la marcada asimetría salarial», concluyó el documento de la organización sindical.