El Gobierno nacional y las empresas carroceras de Santa Fe abrieron esta semana una serie de negociaciones para establecer medidas que ayuden al sector a sobrevivir a la crisis que atraviesa.
La Cámara de Carroceros de Ómnibus de Larga Distancia (CALADI), que agrupa a las empresas carroceras de buses de mediana y larga distancia, mantuvieron un encuentro con las autoridades de los ministerios de Producción de la Nación y de Santa Fe.
En la reunión, que continuará el próximo lunes, concluyeron trabajar sobre medidas como una línea de créditos para que las empresas de ómnibus puedan hacer frente a la renovación de sus flotas y de esa manera incentivar la demanda.
También avanzar en la regulación del ingreso de carrocerías extranjeras al país para defender y priorizar la producción nacional de las mismas.
Y, por último, poner en marcha una ayuda oficial a través de programas como el de Recuperación Productiva (REPRO) para hacer frente a los sueldos de empleados y así mantener los puestos de trabajo.
La industria carrocera, asentada principalmente en el Gran Rosario, trabajan más de 3.000 personas entre los empleos directos e indirectos.
«Todas las partes estamos buscando una solución y eso es fundamental para poder encaminar rápidamente la situación actual de la industria carrocera», expresó Miguel Maestu, miembro de la CALADI.
El empresario dijo que existe una cantidad de carrocerías en stock que se acumuló porque no las fábricas no han dejado de producir a pesar de la falta de demanda y cheques rechazados por las carrocerías ya entregadas.