El Gobierno intentará que las próximas paritarias no tengan en cuanta el arrastre inflacionario de este año, sino que se pauten de acuerdo a la evolución del costo de vida del 2017, que oficialmente se estima en un rango de entre 12 y 17%.
Así el Ejecutivo nacional intentará ponerle un techo «previsible» a la discusión salarial que se iniciará en enero, aunque algunos gremios, como el caso de los bancarios, ya empezaron a debatir con los empresarios.
«Nos propusimos convalidar la negociación de un bono que permita cerrar el año 2016 con todas las diferencias saldadas sobre la composición de los ingresos», sostuvo el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, en declaraciones radiales.
Triaca sostuvo que el objetivo de entregar un bono de 2.000 pesos de mínimo, que no es obligatorio, es para que «no arrastremos la diferencia inflacionaria» y que por esa razón la pauta del 2017 será la que corresponda a ese año.
«La tendencia de la inflación va a ser decreciente a lo largo del año, entonces no es lo mismo los que negocian a principio del año que los que negocian a mediado del año», consideró.