La huelga nacional que impulsó la CGT y la que adhirieron las tres CTA, el MASA, la Corriente Federal y organizaciones sociales y de izquierda comenzó se sintió con fuerza ayer, sobre todo, en la Ciudad de Buenos Aires.
Las calles de la Capital Federal amanecieron sin colectivos, trenes, subtes y casi sin taxis debido a la adhesión de los gremios de transporte a la jornada de protesta. También circularon pocos autos en el amanecer de esta semana dado a los piquetes que realizaron en diversos accesos porteños partidos de izquierda y movimientos sociales.
El tercer paro general contra el gobierno de Mauricio Macri también se mostró contundente en las escuelas, dependencias estatales, bancos y hospitales.
El Gobierno, como es costumbre, salió a cuestionar la medida de fuerza y la calificó de «política”.
Cerca del mediodía se manifestó sobre la protesta el Presidente. Mauricio Macri cuestionó a los gremialistas por el paro: «No contribuyen en nada», aseguró sobre las huelgas.
«No veo que haya habido un Gobierno en décadas con tanta preocupación por el empleo, por el trabajador, por generar oportunidades, por fortalecer los empleos que tenemos y generar nuevos; hay que seguir haciendo lo que venimos en conjunto realizando, sentados en una mesa de productividad», indicó Macri.
Previamente, desde la Casa Rosada habían salido al cruce de medida de fuerza diciendo que respondía más a «una pelea de dirigentes que a una voluntad de la gente». No obstante, trascendió que convocarían a la central obrera al diálogo.
Uno de los funcionarios que salió al cruce de la huelga fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien afirmó en declaraciones televisivas que lo de la CGT «es un paro simplemente político. No hay una consigna detrás».
«El paro se da en un contexto de baja conflictividad que hemos tenido en estos dos años y medio, en los que pudimos tener un excelente diálogo», aseguró el funcionario.
Para alimentar su tesis agregó: «Se han resuelto las paritarias, se han modificado normativas y se han logrado acuerdos de productividad».
También se manifestó el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. En diálogo con Radio Mitre adjudicó la medida de fuerza a quienes «quieren volver al pasado» y aseguró que se trata de «una pelea de dirigentes y no de la gente».
El ministro confirmó que el paro se sintió con fuerza en la Ciudad por la falta de transporte, pero que «en el resto del país, la actividad es normal en algunos sectores».
«El paro claramente diferencia a aquellos que quieren una Argentina que avance, que se desarrolle, de los que quieren volver al pasado. Hoy son más los argentinos que tienen claro que el camino de salir adelante es a través del trabajo, de realizarse», resaltó el ministro.