El Consejo Integral de la Asociación Argentina de Actores (AAA) repudió a través de un comunicado las expresiones vertidas por Aníbal Pachano y Pepe Cibrián Campoy durante la emisión del domingo de “Almorzando con Mirtha Legrand” (El Trece), por considerarlas “contrarias a nuestra actividad gremial y a los derechos laborales consagrados”.
“Muchas veces los ataques, sobre todo cuando son tan burdos y dejan al descubierto crudamente actitudes mezquinas, fortalecen al atacado», asevera el comunicado.
«En este caso, nada habla tan bien de nuestra tarea gremial como la reprobación pública expresada por nuestros críticos en relación a los derechos de los trabajadores actores”, señaló el texto emitido por la AAA.
Durante el almuerzo, el coreógrafo y bailarín Pachano indicó que “transportar una obra de teatro como productor te saca las ganas. Es tanto lo que hay que pagar y encima están generando un sindicalismo barato entre los jóvenes… Antes todo se empezaba gratis”, dichos que fueron apoyados por Cibrián Campoy.
Actores respondió este mediodía que “a pesar del dolor que causa la actitud de los que consideramos pares, en tanto y en cuanto profesamos el mismo oficio, aunque devenidos empresarios, intentaremos explicar y argumentar para rebatir tanta falacia. Los costos a los que se refirieron nuestros críticos están ligados al cumplimiento de ese Convenio Colectivo de Trabajo, por ejemplo: los salarios mínimos”.
“Estos salarios, que no los impone el sindicato, son el resultado de la discusión paritaria con AADET, la cámara que agrupa a los empresarios de la actividad, que se realiza en el Ministerio de Trabajo. Es decir, son el fruto de un acuerdo dónde los actores, a través de nuestro sindicato, exponen la necesidad de determinada recomposición salarial y los empresarios lo que consideran que pueden pagar. Desde hace 10 años en nuestro país todos los trabajadores tienen la posibilidad de ejercer este derecho, los actores también”, explicó la organización sindical.
En el mismo tono, la AAA consignó que “la idea de precarizar nuestra labor, pagando menos para que haya más trabajo, nos remite inevitablemente a la tristemente célebre teoría neoliberal del derrame, ese que nunca llegó ni siquiera a salpicarnos. Disfrazar de clases, aprendizaje y castings lo que verdaderamente son ensayos es una metodología patronal de mala fe que rechazamos rotundamente. Y cuestionar la comida que les corresponde a los actores en gira no resiste el más mínimo análisis”.