Según informó el gremio que encabezan el secretario general Raúl Amancio Martínez y el vocero cegetista y secretario gremial Jorge Sola, el Comité Asegurador Argentino, que integran la AAdeA, UART, AACS y ADIRA, rechazó ese pedido con «mediocres» fundamentos y una forma «burlesca». «El Comité se inhibe de su propio rol de representante de las asociaciones que la integran, y peor aún, nos remite a discutir por empresa nuestro reclamo con el pobre argumento de que no hay uniformidad de criterio ya que ‘las empresas grandes estarían de acuerdo, pero las más chicas no'», remarcaron los empleados del seguro.
Según consignó Ámbito Financiero cuando venza el convenio actual en junio que viene, la organización sindical iniciaría la discusión de incremento salarial con un reclamo de 25% para todo el año. «El 18% permitiría paliar en parte esta situación crítica por la que atraviesa la economía de nuestros trabajadores y que arrastra la pérdida del poder adquisitivo de 2016», mencionaron. En la paritaria pasada obtuvieron 32% en dos cuotas de 20% y 12%.
En el gremio también recordaron que el «deterioro significativo» del poder adquisitivo se profundizó cuando la mayoría de las compañías del rubro se negaron a abobar el bono de fin de año de unos $ 2.000 que el Gobierno acordó con la CGT y los empresarios.
Desde el sindicato fustigaron la posición de las cámaras patronales y remarcaron que los últimos aumentos de las tarifas aplicados a los clientes superaron todos los índices inflacionarios. «Si lo decidieran, estarían en condiciones de acceder, sin mayores inconvenientes, a la recomposición solicitada en función del buen estado económico y financiero de las aseguradoras, cuyos ingresos por tarifas superan ampliamente al índice del costo de vida a tal punto que en los últimos ocho meses las mismas se incrementaron por encima del 35%», señalaron.
En un comunicado firmado por el Consejo Directivo, los gremialistas acusan a los empresarios de rechazar el anticipo con «simples excusas y argumentos ridículos, que no son otra cosa que eufemismos al servicio de mezquinos intereses». En este contexto, se decretó el estado de «alerta y movilización» en defensa del poder adquisitivo de los salarios, los derechos laborales y en repudio de la «absurda» posición adoptada por el Comité.