El secretario general de la Asociación del Personal Superior de la Energía Eléctrica (APSEE), Carlos Minucci, rechazó las determinaciones adoptadas por la «mesa chica» de la CGT y explicó que «la unidad sindical es demasiado grande para depender de pocos dirigentes», y exigió la participación de su espacio gremial.
«La unidad del movimiento obrero es demasiado grande para depender de las decisiones de una mesa chica. Esos dirigentes que adoptan resoluciones no son representativos de la totalidad de los sectores sindicales. No se pueden designar candidatos a dedo de forma previa a las deliberaciones del Congreso Normalizador. Ante la problemática de la unidad, los gremialistas deben tener la voluntad de abrirse a todas las corrientes», afirmó Minucci.
Para el dirigente, el jefe de los gastronómicos Luis Barrionuevo es «la menor de las expresiones del movimiento obrero» y aseguró que su espacio tiene más de treinta organizaciones y, por lo mismo, más que Barrionuevo y otros, por lo que exige discutir «los nombres de los candidatos a conducir la futura central obrera».
Minucci sostuvo además que «se puede o no acordar», pero eso «no puede saberse si no se permite participar en la discusión», y añadió que la Corriente y el MTA convocaron hace pocos días en el microestadio de Ferro Carril Oeste a «una importante cantidad de trabajadores y de organizaciones sindicales, por lo que una mesa chica no puede imponer a los candidatos del establishment».
El gremialista subrayó que «se procura cambiar el caballo por la monta, es decir, se pretende hacer más de lo mismo»; indicó que «la mesa chica debe agrandarse y ampliarse con la participación de todas las verdaderas corrientes para discutir de forma colectiva» y señaló que hay que llegar al 22 de agosto con «un acuerdo».
«Este espacio ya fijó su posición en el último Comité Central Confederal (CCC) del 3 de junio. Es preciso respetar a todas las líneas internas del movimiento sindical. Tres secretarios que se están yendo no pueden designar a tres candidatos, porque además no se sabe si responden a los mismos intereses», puntualizó.
Para Minucci, «esto de la mesa chica es más de lo mismo» y resaltó que «la meta de la unidad no es designar candidatos de ese establishment», a la vez que reseñó que «la situación remite mucho a la realidad de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a partir de los entuertos para designar a una Comisión Normalizadora».
Por su parte, el titular del Sindicato de Obreros Curtidores (SOC), Walter Correa, también integrante de ese espacio junto con la Asociación Bancaria (AB) de Sergio Palazzo y otros gremios, coincidió con Minucci en oponerse a las decisiones de la «mesa chica» de la CGT y sostuvo que «es realmente muy pequeña».
«El espacio que integro tiene por ejemplo más potencial cuantitativo que el de Barrionuevo y amplio apoyo de diversos sectores, lo que amerita que participe en la toma de determinaciones. Crece en el día a día», puntualizó Correa.
Para el dirigente sindical existe todo «un recambio generacional que proviene del interior (las regionales) que esa mesa chica no observa, no evalúa y tampoco contempla en la actual realidad».
«Potenciamos a las delegaciones regionales y el necesario recambio generacional con jóvenes del movimiento obrero», concluyó Correa.