El ingreso de las primeras 15 mil casas prefabricadas desde China tiene alarmado a todo el sector de la construcción. Es que en un contexto de caída de la actividad que todavía no se revierte, podría convertirse en un golpe letal para miles de puestos de trabajo.
«Esto es parte a una política del Gobierno, que se firmaría en la visita del Presidente a China. Es una situación muy difícil para nosotros», explicó Luis Cáceres, secretario General del gremio ladrillero.
«Nosotros ya teníamos esta información que ahora se confirma. Lo contradictorio es que por un lado se anunció en La Casa Rosada la construcción de 100 mil viviendas y por otro lado se concreta la compra de 15 mil casas premoldeadas de China», agregó el gremialista en declaraciones a Del Plata.
«Este gobierno sigue teniendo un doble discurso. Pide dialogo, pero cuando no hay acuerdo no hay Plan B. Uno tiene que aceptar y si no lo acepta, bueno, lo hacen igual», añadió.
El líder ladrillero explicó que de la actividad, según el último relevamiento oficial en el sector, viven unas 160 mil familias que podrían sentir un golpe de muerte en sus ingresos por la decisión gubernamental.
«Nosotros dependemos del consumo, de la obra pública y de la inversión privada. Venimos atravesando un momento crítico, porque todavía no se siente una reactivación», contó Cáceres.
«Venimos manteniendo reuniones con el Ministerio de Trabajo para industrializar la actividad y la respuesta es esta: van a comprar casas premoldeadas de China», concluyó.