La medida de fuerza dispuesta por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), arrancó el lunes y no solo afecta a los embarques al exterior, sino los traslados interjurisdiccionales de productores agropecuarios y de alimentos.
El gremio reclama un incremento salarial del 40%; la equiparación salarial de los agentes del Senasa con los que cumplen tareas similares otros organismos (como Aduana, AFIP, Migraciones, INTA); pase a planta permanente de los contratados; reconocimiento de adicional por zona desfavorable; pago de adicional por función a los trabajadores contratados bajo el Artículo 9 e instrumentación de una franja horaria para los barreristas.
Desde ATE-Senasa responsabilizaron directamente a las autoridades del ente estatal ya que ninguno de sus planteos fue atendido, ni siquiera cuando se encontraba vigente la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo en mayo último, cuando el sindicato había lanzado un paro por 96 horas.
El gremio rechazó el intento del «Ministerio de Trabajo por volver a imponer conciliación obligatoria, cuando todos los plazos vencieron. Es improcedente, no es válida porque se dicta otra vez por el mismo conflicto», sostuvieron desde el gremio al ratificar la huelga hasta el último minuto del miércoles 15.
Las exportaciones agropecuarias, desde los granos y oleaginosas y derivados, pasando por la carne y subproductos bovinos, hasta las frutas, como la pera y la manzana que ahora podrían ser embarcadas tras el levantamiento de la veda de Brasil, se vieron ayer complicadas y lo estarán al menos hasta el próximo jueves 16.
Entre las actividades que se ven afectadas por la huelga aparecen los movimientos de hacienda tanto de campo a ferias de remate, como de mercados concentradores a las plantas frigoríficas; la faena en frigoríficos; el control fitosanitario en las distintas regiones; los puestos de control ruteros, así como en los aeropuertos.