No es una novedad para nadie que las paritarias de este año vienen muy complejas. Con empresarios que se plantaron en ofrecimientos que están lejos de las pretensiones de los gremios y un halo de misterio característico de un año electoral, todavía los acuerdos en los principales gremios del sector privado no cayeron.
Una de las actividades que suscita mayor atención por la relevancia que tiene en la economía y por el peso simbólico que se le coloca al ser encabezada por el líder de la CGT, es la de los metalúrgicos. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) está en un prolongado proceso de negociaciones que ya lleva más de un mes y que por el momento no tuvo avances significativos.
El reclamo de la UOM, llevado por Antonio Caló a la mesa de discusión salarial, es un incremento salarial del 32%. Desde el sector empresarial se plantaron en un 24% y por ahora no se pudo superar ese dilema.
Ayer, una alta fuente del gremio, le contó a InfoGremiales que el plan que se baraja es realizar un pedido formal de un aumento segmentado. La idea sería sostener el reclamo del 32% de incremento para los trabajadores con categorías más bajas, mientras que para los que se encuentran en el tope de la pirámide podrían acordar un 28%.
Desde el sindicato informaron que con esta alternativa lograrían que 110 mil empleados de la actividad puedan obtener un incremento del 32%. Se trata de quienes hoy tienen los haberes más bajos de la actividad, para los cuales no hay margen de negociación.
La posibilidad ya se esta manejando en charlas informales con los empresarios y abriría una chance cierta de encausar el diálogo y evitar una huelga cuando termine la instancia de conciliación obligatoria dictada en este momento.