Luego de que el jefe gastronómico, Luis Barrioneuvo, vaticinara una ola de conflicto social para diciembre de este año, la justicia federal de Mar del Plata lo citó a declarar en una investigación penal por el presunto delito de sedición y asociación ilícita. El gastronómico había afirmado que «los conflictos se van a acelerar».
El fiscal federal Pablo Larriera citó a Barrionuevo para el próximo jueves 18 de septiembre a las 11, en instalaciones de la Fiscalía Federal General de Mar del Plata en lo que será un nuevo encuentro entre el gastronómico y la justicia.
Fuentes judiciales informaron que Barrionuevo brindará declaración testimonial porque sus dichos sobre el aceleramiento de los conflictos podrían estar relacionados con una investigación preliminar de esa Fiscalía marplatense por el presunto delito de sedición y asociación ilícita iniciada en diciembre de 2013, a partir de los acuartelamientos de policías y saqueos a comercios ocurridos en ese entonces.
Pero el prontuario de «Bandeja» Barrionuevo es largo y ya suma casi 30 años con diferentes episodios.
El primer contacto del gastronómico con la justicia fue en 1975. Ese año fue obligado a devolver el mando de la Unión de Empleados Gastronómicos a su secretario general, Ramón Elorza tras 48 horas de usurpación de la sede central del gremio.
«Luisito» había asaltado a mano armada el sindicato como respuesta a la intervención decratada sobre su seccional – San Martín– por parte de la conducción nacional.
El segundo episodio, que quedó en la memoria colectiva por la brutalidad, fue cuando Barrionuevo quiso ser gobernador de Catamarca y ante la negativa de la justicia electoral por no cumplir con los requisitos se despachó con una quema de urnas.
Ese año lo impugnaron como candidato a gobernador de Catamarca y la justicia electoral lo inhabilitó. Su apelación llegó hasta la Corte Suprema, que confirmó a las instancias anteriores.
Fiel a sus métodos violentos, tomó varias de las escuelas, impidió la elección y quemó las urnas como respuesta. “Si Luis Barrionuevo no es candidato no pasa nadie, acá no vota nadie”, advertía uno de sus matones desde la puerta de una escuela. Un rato más tarde, quemaban las urnas en la puerta.
Por ese hecho, casi pierde su banca en el Senado. A pesar de que hubo reuniones de comisiones para tratar su expulsión, no lograron desplazarlo.
Ya en 2003 Néstor Kirchner intervino PAMI y echó a uno de los directores vinculados al gastronómico. Barrionuevo cuestionó la medida y dijo que no había ninguna razón que manchara “el buen nombre y honor” de los que eran directores hasta ese entonces.
Seis años después fue involucrado en una causa que tramitó en el juzgado de Julián Ercolini. El titular de una clínica y dos directivos de una empresa proveedora de productos médicos lo mencionaron como parte del entramado de coimas que les permitía conservar sus contratos con la obra social de los jubilados.
Tampoco se aclaró la relación de «Bandeja» con Gustavo Juliá, el empresario aeronáutico y piloto detenido en España por traficar casi una tonelada de cocaína.
Juliá había sido gerente de PAMI en la gestión de Duhalde, y fue señalado en reiteradas ocasiones como socio de Barrionuevo, quien utilizaba sus aviones para la campaña en Catamarca.
Barrionuevo también tuvo un paso como dirigente de fútbol. Fue presidente del club Chacarita entre 1993 y 2005. Durante ese tiempo mantuvo una fluida relación con la barra brava del club, y sus integrantes más destacados pasaron a formar parte de la escolta personal del gastronómico.
La segunda causa por enriquecimiento ilícito –que también quedó inconclusa– surgió de su administración al frente del club. De allí se tuvo que ir suspendido como socio, en pleno escándalo administrativo y financiero.