Asimismo, la inflación acumulada en los primeros siete meses del año fue del 19,4%, tendencia que si se repitiera en los cinco meses restantes daría un alza anual del 35,5%, dijo el IET que tiene dependencia en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).
El dato que resalta la investigación, es que las mayores subas inflacionarias se dieron en el ámbito de «Esparcimiento» con 6,3%, impulsada por las fuertes subas ligadas a las vacaciones de invierno (hotelería y cines).
Por su parte, y como como consecuencia del incremento en electrodomésticos y productos de limpieza, «Equipamiento y mantenimiento del hogar» trepó 4,1%. Le siguen muy de cerca, ambos con 4% «Alimentos y bebidas» (que por segundo mes consecutivo supero el 4%) y «Transporte y comunicaciones», ligado a las subas en la nafta, equipos telefónicos y servicios de telefonía celular.
El informe reveló que la inflación de este mes afectó más, por el periodo de vacaciones, al decil 9 con un 3,22%. El estudio detectó que la inflación en el decil 2 llegó al 3,07%%, en tanto que en el decil 10 se repite esta cifra. Es importante destacar que el decil 1 refleja una inflación interanual del 33,4%, siendo bastante más fuerte en contraposición al 10 que marca un 28,6%.
En esta misma línea, el IET demuestra que si tomamos la inflación desde noviembre de 2015, tenemos que es del 133,3% en el decil 1, contra un 105,0% en el decil 10: esto es, una diferencia de 28,3 puntos porcentuales.
Sobre el poder de compra de los asalariados, en la comparación interanual, julio de 2018 mostró una caída del 4,5% contra el mismo período de 2017.
En cuanto a los jubilados, la inflación interanual fue del 33,1% y una mensual de 3,1%. La razón principal de la inflación más intensa de los jubilados estriba en el mayor peso relativo de salud y servicios públicos en sus canastas de consumo, cuyos precios subieron por encima del resto en el último año.
El rector de la UMET, Nicolás Trotta, se refirió al informe y destaco: «A pesar de que la inflación es más baja que la de junio, sigue siendo una cifra muy alta que nuevamente supera a los salarios. La tendencia marcada por el IET, de que la inflación podría llegar a 35,5%, genera alta preocupación a sabiendas de que el cierre inflacionario del año pasado, según el INDEC, fue de 24,8%. Estamos hablando de un 10,7% más».
Víctor Santa María, secretario de estadísticas de la CGT, agregó: «Las subas de precios deberían promediar el 1,7% mensual en lo que falta del año para que la inflación de 2018 sea menor a 30%. En este escenario, este número parece poco probable». En cuanto al salario, el secretario anunció: «Como explica el informe, en julio de 2018, el sueldo de los trabajadores fue 8,6% inferior al de noviembre de 2015, deteriorándose continuamente desde enero. El bimestre junio-julio de 2018, según revelan las cifras, fue el peor en materia de poder adquisitivo desde junio-julio de 2016».
Hugo Yasky, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), expresó: «El índice de inflación del 3% demuestra una vez más que el gobierno intenta resolver la crisis descargándola sobre las espaldas de los trabajadores y asalariados. El poder adquisitivo se sigue deteriorando por un gobierno insensible e incapaz de establecer un mínimo de equilibrio en el marco del sacrificio exigido a los que menos tienen. Mientras tanto, los fondos que ingresaron por el acuerdo con el FMI solo garantiza la fuga de capitales que sigue estando presente en la economía argentina».
El IET es una iniciativa de la UMET y su centro de doble dependencia con el CONICET y CITRA. El mismo agrupa a un colectivo de más de 45 organizaciones sindicales.