(Por Ana Flores Sorroche) El oficialismo logró ratificar el veto del Poder Ejecutivo a la ley de Financiamiento Universitario. Los gremios deberán decidir qué medidas tomar frente al desfinanciamiento. InfoGremiales dialogó con Pablo Perazzi, de cara a este panorama.
En el marco del conflicto sobre el financiamiento universitario, InfoGremiales consultó a Pablo Perazzi, secretario general de FEDUBA, quien se encontraba en la manifestación frente al Congreso de la Nación. El dirigente consideró que más allá del veto, el conflicto tiene una raíz más profunda y difícil de sortear mediante una negociación paritaria. «Es más ideológico que otra cosa», planteó.
Anoche se contabilizaron unas 31 facultades entre tomas y vigilias de cara al tratamiento del Poder Legislativo de la Ley de Financiamiento Universitario que finalmente terminó con la convalidación del veto presidencial.
Perazzi destacó a este medio que si se hubiera rechazado el veto, la probabilidad era de que el conflicto se judicialice, con el argumento oficialista de que el Parlamento no puede legislar en contradicción al presupuesto, que retengan las partidas presupuestarias, o cualquier camino que iba a terminar en el mismo resultado, el desfinanciamiento.
Asimismo, Perazzi advirtió que FEDUBA y otros actores del ámbito universitario evaluarán qué camino seguir pero no descartan tomar medidas de fuerza contundentes, incluyendo paros extendidos y la posibilidad de suspender el cuatrimestre académico. «Quizás tengamos que recurrir directamente a levantar el cuatrimestre. No terminarlo,» enfatizó, en referencia a la gravedad de la situación y la resistencia del sector educativo ante un nuevo embate a la universidad pública.
Durante la mañana, en la previa a la votación, el ministro de Economía Luis Caputo dijo en su cuenta de X: “No queremos cerrar universidades, queremos que se auditen”. Al ser consultado al respecto, Perazzi aseguró que las auditorías como la presencia de estudiantes extranjeros o la tasa de graduación son distracciones: «Hay auditorías en las universidades nacionales. Eso ya es una pelotudez. Que vengan a buscar los papeles o, en todo caso que muestren ellos que no existen las auditorías».
El mismo presidente Javier Milei salió a la carga contra el reclamo presupuestario de las universidades nacionales y aseguró que acceder al reclamo implicaría perder 1/3 del PBI. El razonamiento del primer mandatario fue que “el aumento para las universidades implicaría volver a los niveles de Riesgo País que teníamos con el kirchnerismo”, por lo que «pasaríamos de un PBI de 600.000 millones de dólares a uno de 400 mil millones de dólares. Es decir, estaríamos perdiendo un tercio del PBI”.
Perazzi recordó que el financiamiento universitario público, un 0,14% del presupuesto general, apenas difiere del 0,13% destinado a la educación privada, y cuestiona la lógica de no apoyar la educación superior pública en función de esta mínima diferencia. «Eligen el 0,13% para los privados y la universidad pública, que es el 0,14%, que es decir nada, no lo quieren financiar».