Con una masiva movilización, que los organizadores estimaron en 350 mil personas, el sindicalismo forjó hoy el primer paso de confrontación callejero contra el gobierno de Mauricio Macri. La demostración de poder sirvió para mostrar a propios y extraños la capacidad de daño de las organizaciones sindicales y dar una especie de advertencia de lo que puede venir.
Al cerrar el acto fue el propio Moyano el que sostuvo que las centrales no son
«enemigas del Gobierno», sino de «las políticas que implemente en contra de los trabajadores», a la vez que le pidió al presidente Mauricio Macri que «se asesore» y «no se deje llevar por los técnicos».
El acto fue encabezado por el propio Hugo Moyano, Antonio Caló, Hugo Yasky, Pablo Micheli y Andrés Rodriguez, que se sentó en la mesa a cubrir el espacio vacante que había dejado Luis Barrionuevo con su arrepentimiento de último momento.
Con una nutrida participación de las organizaciones de las CGT Azopardo y la CGT Alsina, y las dos CTA, y la ausencia del puñado de gremios más cercanos al macrismo como la UATRE del «Momo» Venegas, el acto tuvo un color variopinto, que incluyó también columnas de izquierda, de organizaciones sociales y de partidos políticos que se sumaron al acto.
El líder de Camioneros, consideró que “el gobierno tomó medidas para proteger a un sector de la sociedad de forma inmediata y tarda mucho para tomar medidas a favor de los trabajadores”
«Mientras el gobierno le saca el pago de impuestos y le hace descuentos importantes a los sectores concentrados, no se acuerda de los trabajadores ni de los jubilados», apuntó el dirigente gremial y agregó que «no pretenden gobernar con el gobierno, pero debe consultar con los compañeros gremiales», disparó.
Además se advirtió la presencia de gremios nucleados en el MASA, especilmente una importante columna de Luz y Fuerza, aunque el espacio que lidera Omar Viviani había llamado a no participar. Lo que resultó en un golpe a la conducción del taxista.
Por su parte, Caló ratificó que «la unidad de la CGT» se dará el próximo 22 de agosto, cuando se elegirán las nuevas autoridades, al tiempo que resaltó que la «defensa irrestricta» de las centrales obreras «es por los puestos de trabajo».
«Si el Señor Presidente veta esta ley (anti despidos), los trabajadores en su conjunto, los puestos de trabajo los van a salir a pelear en la calle», destacó el líder de la UOM.
Yasky adelantó que «vamos a ir al Congreso nacional para que los diputados voten la ley antidespidos y si esa ley el presidente (Mauricio Macri) pretende vetarla, que sepa que vamos a salir a las calles a pelear porque la clase trabajadora está de pie”
Y Micheli, en tanto, advirtió que «habrá paro nacional» si el Gobierno «no escucha» y «veta la ley» antidespidos, a la vez que señaló que la movilización «no es contra nadie, sino en defensa propia».