Patricio «Pato» Castro no sólo fue el hombre elegido (ahora bajado) por el Secretario de Trabajo, Jorge Triaca, para quedarse con la Unión del Personal de Seguridad de la República Argentina (UPSRA) cuando el gremio sea normalizado, sino que fue funcionario de la cartera laboral.
Es que con la llegada de Triaca al, por entonces, Ministerio de Trabajo, Castro consiguió un nombramiento al frente de la seguridad del organismo. Desde allí, en una oficina ubicada en el piso 7 del edificio de la calle Alem, controlaba quienes entraban y quienes salían.
Además, el amigo de la infancia del Ministro era el encargado de negociar con los comisarios cuando había alguna manifestación que llegaba hasta las portones. Toda una demostración de su poder.
Castro, dejó el puesto para dedicarse de lleno a recorrer seccionales de UPSRA relatando que tenía la bendición del oficialismo para ser el próximo Secretario General del gremio de vigiladores. Ese plan se abortó cuando trascendió la cámara oculta, que publicó C5N, en la que se lo ve recibiendo una bolsa con fajos de dinero que le entrega Adrián Corti, el chofer de Triaca.
Según la denuncia que ya está radicada en la justicia, el amigo y socio de Triaca era parte del entramado de firmas que generó el ministro para quedarse con fondos de gremios intervenidos.
El dato, no menor, que trascendió en las últimas horas, es que cuando el Gobierno decidió remover personal de limpieza del inmueble de la calle Alem y despedir a todo el personal que allí trabajaba tercerizado, fue el propio «Pato» Castro el que se acercó hasta la puerta para leerle a los cesanteados el listado de despedidos.
Varios fueron los que reconocieron a Castro, en las últimas horas, y confirmaron su identidad como quien puso la cara para comunicar las cesantías en Trabajo.