El triunvirato piquetero -que integran Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP)- anunció que acompañará el paro del lunes 25 convocado por la CGT y solicitó al gobierno un «aumento de emergencia» en la Asignación Universal por Hijo” ante la «fuerte devaluación que sufre el peso argentino».
Dirigentes del sector también advirtieron que si no logran respuestas del gobierno planean instalarse el mes próximo «frente a los supermercados para reclamar comida».
«Ante un escenario social tan deteriorado y precario, resulta urgente realizar un aumento en la AUH y en todos los programas de empleo. ¿Cómo piensa el Gobierno sostener un escenario donde hay grupos familiares enteros que no comen?», señaló el coordinador de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, en un comunicado.
El dirigente explicó que «por la devaluación permanente y el traslado a precios tiene que haber un aumento de emergencia de la AUH y de los programas sociales» y planteó también la necesidad de «sentarse a discutir en una mesa de diálogo con la Iglesia y los movimientos sociales para ver cómo se blinda esta situación».
Desde la CTEP, el dirigente Gildo Onorato dijo que el diálogo con el gobierno nacional «actualmente se resuelve por las terceras líneas y no hemos podido avanzar con la agenda de este año».
En ese sentido, Menéndez dijo que después de la Marcha Federal del 1 de junio «no tuvimos ninguna novedad ni respuesta a nuestros reclamos».
Los movimientos populares participarán primero de la Semana Social que la Comisión Episcopal de la Pastoral Social organiza del 22 al 24 de junio en Mar del Plata y luego, el lunes 25, se sumarán al paro de la CGT.
La medida de fuerza -sin movilización ni cortes de ruta- «es muy importante ya que es un momento en el que necesitamos unirnos», dijo Onorato.
Y, agregó: «Cuando decimos que es una nueva etapa hablamos de enfrentar las políticas económicas de este gobierno que pone en riesgo la paz social».
En ese marco, los dirigentes reclamaron que el gobierno nacional convoque a una mesa de diálogo que incluya a representantes de la Iglesia para buscar medidas contra el «deterioro social».
Asimismo, advirtieron que, si para julio no hay una respuesta del gobierno, se instalarán «frente a los supermercados para reclamar comida».