Este lunes 15 de diciembre, María Ugarte y Eduardo Toro, despedidos de forma persecutoria por la empresa textil Elemento, fueron reinstalados en su puesto de trabajo. La orden judicial llegó luego de más de un año de lucha y de que la empresa incumpliera con los fallos de la justicia que exigían su reinstalación haciendo efectiva la medida cautelar.
Los despidos ocurrieron luego de que los trabajadores realicen asambleas y paros por las condiciones de trabajo, que salieron a la luz después de que una trabajadora sufriera gravísimas quemaduras tras continuos maltratos y discusión con la empresa. A los empleados que acaban de ser reincorporados ahora se les debe garantizar el derecho a la libertad sindical, luego de una nueva intimación de la justicia.
Frente a esto, Ugarte afirmó: “Nuestra reincorporación es un triunfo muy importante para el conjunto de los trabajadores textiles, en un gremio que se caracteriza por condiciones laborales de superexplotación. Nosotros dimos el primer paso cuando junto a nuestros compañeros nos unimos para repudiar lo que sucedió con la compañera. Gracias a esa unidad conquistamos las 48 horas semanales y el pago de todas las horas extras”.
Toro señaló: “Vamos a seguir luchando por la democracia sindical, para que se acabe el maltrato, la discriminación a los inmigrantes y la precarización laboral. Si hoy volvemos es producto de una gran lucha que contó con el apoyo de organizaciones solidarias de derechos humanos, obreras, estudiantiles y políticas como el PTS, entre otras.”
La medida cautelar fue solicitada por la diputada nacional electa por el PTS-FIT, Myriam Bregman y por el abogado Matías Aufieri, ambos miembros del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), con el apoyo del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).