Empleados del Banco Nación se movilizaron esta mañana desde la casa central de la entidad, en el microcentro porteño, en rechazo a las modificaciones que introduce el decreto de necesidad y urgencia (DNU) publicado hoy en el Boletín Oficial, que abren la posibilidad de la privatización de la entidad.
Al grito de «No se vende», los empleados de la entidad se manifestaron en rechazo de la derogación impulsada por el Gobierno sobre el artículo de la ley que impedía la venta de la principal entidad financiera del país a privados.
La Bancaria expresó en un comunicado que «el decreto de Milei condena al país, a sus trabajadores y al pueblo en general a vivir una realidad de miseria, desprotección y salto al vacío. En relación al BNA, el DNU plantea el cambio en su configuración: de ser un ente autárquico a sociedad anónima para su posterior venta».
«Como siempre lo dijimos el Nación no se toca. Vamos a defender el BNA como siempre lo hicimos: defendiendo su carácter de banco de fomento y desarrollo nacional. No vamos a dejar que lo desfinancien, que lo achiquen o lo vendan», agregó.
El decreto introduce modificaciones en la ley que regula la actividad del Banco Nación y abre la puerta para una privatización.
El artículo derogado es el que establece que «los depósitos judiciales de los Tribunales Nacionales en todo el país deberán hacerse en el Banco de la Nación Argentina, excepto en jurisdicción de la Capital Federal donde únicamente se depositarán los que al respecto determine la ley que rija en esa materia».
También queda eliminado del marco legal del BNA el texto que establece que «deberán depositarse en el Banco de la Nación Argentina los fondos en moneda extranjera de los organismos del Estado nacional, así como de las entidades o empresas que pertenezcan total o mayoritariamente al mismo, que transfieran al exterior o los mantengan depositados en él, cuando las casas del Banco ya instaladas o que se instalen fuera del país puedan prestar el respectivo servicio».
En 2001, luego de las privatizaciones que se dieran en la Argentina de los 90, el Gobierno de Fernando De La Rúa intentó impulsar la privatización del banco creado en 1891, una medida que no prosperó.