Los empleados de los bingos porteños realizarán hoy una nueva protesta callejera, mientras sus representantes negocian con Lotería Nacional, ante el peligro de que las cinco salas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cierren este viernes. Los trabajadores reclaman la continuidad de sus fuentes laborales luego de que Lotería Nacional les comunicara que no renovará los permisos precarios a los actuales operadores.
Los empleados tienen previsto marchar hoy desde la sede de su gremio, ALEARA a partir de las 13 horas hacia la sede que el Ministerio de Trabajo tiene en avenida Callao al 100, donde a las 15 tendrán una reunión con las autoridades del Gobierno nacional.
Además ayer presentaron un recurso de amparo ante la Justicia laboral para pedir que se preserven las fuentes de trabajo de los 300 empleados nucleados en el gremio del juego y de los cerca de 150 que pertenecen al sindicato de Gastronómicos.
«Entendemos que Lotería Nacional y el Gobierno porteño tengan sus posturas sobre qué hacer con la nueva concesión de los bingos, pero esa discusión se tiene que dar con las salas funcionando», aseguró Ariel Fassione, secretario gremial de ALEARA, quien adelantó que si este viernes, cuando vence la última prórroga a los actuales operadores, no hay una solución los trabajadores volverán a tomar las salas, como hicieron en abril: «mientras tengamos cartones para los clientes trataremos de seguir trabajando», contó Fassione.
Por lo pronto, no hubo novedades respecto de una eventual negociación. Lotería Nacional pretende que se pueda avanzar en la nueva licitación para la concesión de las salas, pero el Gobierno porteño ya adelantó que no renovará el convenio marco que regula el juego en general en la Ciudad, que vence en diciembre, porque su intención sería definir un nuevo esquema global una vez que se produzcan los recambios de gobierno tanto en la Nación como en la Ciudad.
El conflicto en los bingos comenzó en a fin de año, cuando vencieron los contratos de los actuales operadores. Lotería Nacional le otorgó un permiso precario y lanzó una nueva licitación, que fue frenada por una denuncia penal del Instituto del Juego porteño, que argumentó que no le habían permitido participar del proceso para definir la nueva concesión. En abril Lotería otorgó una nueva prórroga, luego de que los trabajadores tomaran las salas y las mantuvieran funcionando pese a que debían haber cerrado.