Una nueva radio abierta, tal cual sucede una vez por mes, tuvo lugar en la sede del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados en Mar del Plata. Los trabajadores del Pami, en esta oportunidad, en compañía de diversos centros de jubilados y del gremio ATE, evidenciaron sus reclamos y denuncias por el vaciamiento del organismo.
Patricio Becherini, delegado de Utera, aseguró al portal 0223 que esta semana el gremio se enteró de la noticia “de que habrá 3.000 despedidos en el Pami” y, al respecto, precisó: “Lo que plantea el ministerio de Modernización es que 1.100 se irían antes de fin de año, y entre 2018 y 2019, se completarían los 1.900 despidos antes de que expire el mandato del actual presidente”, graficó.
“Faltan prestaciones innecesariamente, Pami está recaudando como nunca: 130 mil millones de pesos anuales, 30% más que el balance anterior. No vemos porqué el afiliado tiene que venir acá y no puede llevarse una medicación o no haya servicio de ambulancias. Una persona que está en un geriátrico internado, con 38 de fiebre y 19 de presión, que la ambulancia Vital le diga que eso no es una emergencia…”, ejemplificó Becherini. “¿Hasta donde llega la crueldad?, no podemos permitirlo”, agregó de inmediato.
“Si el instituto no paga las prestaciones, es obvio que se va a generar un clima privatizador, pero en este contexto de desprestigiar al Pami, se están llevando vidas humanas, no están yendo a buscar a los abuelos que necesitan asistencia, no les importa que se mueran, con tal de generar ese clima de privatización. Esto es tan perverso como eso”, sentenció el vocero.
A su turno, Alejandro Martínez, secretario de ATE en Mar del Plata, sumó su voz a la problemática: “La situación es realmente grave, estamos volviendo a la década del 90, con cortes de prestaciones, los jubilados que tienen cada vez menos medicamentos y cada vez les ponen más trabas para acceder a los remedios. Y la justificación de las autoridades nuevas del instituto es que se está ante un déficit terrible, que hay que recordar que es un déficit generado por este mismo gobierno, cuando estuvo Regazzoni, se hicieron terribles gastos y desvíos de guita”, arremetió el dirigente.
En esa línea, Martínez analizó lo sucedido el año pasado: “Tuvimos una paritaria totalmente fácil de resolver. Nunca nos costó tan poco lograr los objetivos. Había una connotación, distraer a los trabajadores y a los gremios con un desfinanciamiento del Pami”, entendió.
“El momento se está tornando crítico, también en lo laboral, dado el clima que se vive en el instituto, que es de mucha tensión, porque los beneficiarios vienen con mucha preocupación y con mucho mal humor, es entendible, y se la agarran con los compañeros, que no pueden cumplir con los objetivos de atender rápido a los jubilados”, explicó uno de los referentes de ATE.
Otra de las dirigentes presentes fue Mercedes Morro, del gremio de Uthgra pero en este caso en representación de un centro de jubilados: “Dejan morir a los abuelos, con fiebres elevadas, con ataques de presión, no los auxilian en el momento indicado. Esto es una masacre. No puedo creer lo que estoy viendo, tanta insensibilidad con la gente que dio su vida y ha trabajado siempre. Ahora que podrían vivir decorosamente. Esto es terrible y no sé en que va a terminar”, expresó.
“Con la recaudación que tiene el Pami, los jubilados deberían ser unos privilegiados, pero se usan los fondos antes para Fútbol para Todos y ahora para otras cosas que no tienen nada que ver con los beneficiarios. Un jubilado pide un turno y se lo dan para dentro de cuatro meses, no puede esperar. Es desastroso e inhumano”, culminó.