El Gobierno de Mauricio Macri ha endurecido claramente su postura contra las manifestaciones. Este hecho se pudo constatar en las violentas represiones vividas las dos últimas semanas en el Congreso de la Nación, sumadas a las ocurridas en la Patagonia y en Jujuy.
Según datos de un informe realizado por la CTA Autónoma y Liberpueblo, este año se duplicaron los casos de detenciones en manifestaciones y superaron ampliamente los 500. El relevamiento comparó la cantidad de hechos que culminaron en detenciones, las personas apresadas y causas abiertas entre 2016 y este año.
El informe destaca que la “utilización de la violencia física estatal contra la protesta social se ha intensificado significativamente en 2017, situación que se observa al analizar los casos de represión violenta de manifestaciones, apertura de causas penales y detenciones en contexto de reclamos vinculados a derechos sociales”.
Mientras que en 2016 el estudio relevó unos 269 casos de detenciones, ocurridas en 37 manifestaciones y la apertura de 41 causas penales, este año se registraron 514 detenciones que se elevan a 560 si se incluyen los 86 detenidos por la marcha del lunes pasado y los 24 manifestantes presos en Jujuy el jueves por el conflicto en el ingenio La Esperanza (el informe se publicó cuando el número de detenidos del lunes era 62 y aún no había ocurrido el incidente en la provincia norteña).
Además, a diferencia de lo que puede imaginarse, el relevamiento indicó que la cantidad de manifestaciones de 2017 fue menor a la del año pasado porque se registraron 58 casos entre enero y septiembre de este año contra 86 del 2016.