Usualmente se justifican las elevadas cargas sobre la nómina salarial en la baja proporción de ocupados en blanco respecto del total de jubilados y pensionados a los que hay que sostener con el fruto del trabajo.
Según los últimos indicadores socioeconómicos del Indec, al cabo del segundo trimestre 2017, la participación de los asalariados en negro, o «sin aportes jubilatorios, se ubicaba en 33,7% del total de trabajadores, con extremos de 40,8% en el noroeste argentino y del 18,7% en la región patagónica.
De ahí que habitualmente los inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social, detecta bolsones de ilegalidad en las relaciones laborales, principalmente en los rubros textil, construcción, y bares y restaurantes.
En este último caso, el organismo que dirige Alberto Abad detectó «un 91% de empleo no registrado durante un operativo realizado sobre pizzerías, bares, cervecerías y restaurantes de Castelar e Ituzaingó, en la provincia de Buenos Aires».
Sobre un total de 44 empleados relevados, 40 de ellos se encontraban trabajando «en negro», lo que representa un alto porcentaje de informalidad.
El operativo se llevó a cabo sobre la Avenida Santa Rosa, zona comercial que reúne una gran cantidad de locales gastronómicos.
Destaca la AFIP que «el operativo se desarrolló utilizando la herramienta sistémica Trabajo Registrado en Línea (TRL) que permite a los inspectores verificar online si el trabajador se encuentra declarado o no por su empleador al instante».
Fuentes de la actividad apuntan a la inacción manifiesta del sindicato de la actividad, que lidera el siempre polémico Luis Barrionuevo. Incluso algunos hablan de un consentimento del gremio gastronómico ante la situación y potenciales pagos de los empresarios para alentarlos a mirar hacia otro lado.