Unos 11.000 empleos se perdieron en la industria de la construcción en los últimos cuatro meses en la provincia del Chaco por la parálisis de la obra pública y una baja del ritmo de actividad en el ámbito privado.
Así lo informaron en una reunión conjunta representantes de la filial provincial de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) y presidentes y dueños de empresas constructoras pequeñas, medianas y grandes.
Ante el «crítico» escenario, representantes de la Cámara Argentina de la Construcción, la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Constructoras (Apymec) y la Cámara Empresaria de la Construcción (CEC) dialogaron con gremialistas en la sede local de la Uocra.
En octubre de 2015, cuando se inició paralización las obras públicas y la actividad privada aún transitaba por niveles de crecimiento, la ocupación en el sector alcanzaba los 14.500 empleos, de los cuales sólo 3.500 están en vigencia.
Según datos del sector, el Estado nacional acumuló desde octubre (cuando aún estaba el Gobierno de Cristina Kirchner) una deuda de 1.200 millones de pesos no devengados que iban a ser destinados para la construcción de viviendas, escuelas, obras viales y otros proyectos de infraestructura en Chaco.
Tiburcio Fernández, secretario general de la Uocra Chaco, dijo a la agencia de noticias NA que existe «máxima preocupación» por lo ocurrido y le pidió al Gobierno de Mauricio Macri que regularice el envío de fondos a la provincia para que las empresas reactiven las obras paralizadas.
«El gobierno nacional tiene que entender que los trabajadores mueven al país. Y sabemos que si las empresas no cobran tampoco cobran los trabajadores. Por eso estamos todos juntos pidiendo que se reactiven las obras», expresó Fernández.
Fernández precisó que la única gran obra pública en proceso en Chaco en la actualidad es el tramo del Gasoducto del NEA que pasa por la provincia, donde trabajan unas 400 personas, mientras que los otros 3.100 dependen de la actividad privada.