Miles de empleados del Banco Provincia (Bapro) recibieron ayer una amarga noticia cuando fueron a cobrar los premios y horas extras. En lugar de percibir el plus habitual, como suelen hacerlo a mitad de mes, esta vez quienes hicieron paro en diciembre pasado se encontraron con quitas de más de $1.500.
La entidad que preside Juan Curuchet cumplió así la advertencia que había hecho el 31 de enero pasado, cuando notificó por mail a sus 10.000 empleados que descontaría los cuatro días de huelga registrados en diciembre y que haría lo mismo con otras cuatro jornadas que quedarían comprometidas en febrero.
«Si siguen haciendo paro, va a haber más descuentos», dijeron a Clarín desde el Banco Provincia.
La poda afectó a cerca de 8.000 empleados y enfureció a las comisiones internas, que ratificaron los paros previstos para el próximo lunes y martes en adhesión a las medidas anunciadas por el líder del gremio, Sergio Palazzo, luego de plegarse a la huelga del viernes pasado y realizar una propia el jueves previo.
«Estos descuentos no nos alarman ni amedrentan, sabemos que a fin de mes va a ser duro el día de cobro, pero como laburantes nos preocupa el futuro del banco porque la reforma jubilatoria lo desfinanciar, y Curuchet ya tiene que explicar serios compromisos ante el BCRA», dijo Santiago Etchemendi, secretario general de la interna del banco.
Las quitas fueron efectuadas sobre un adicional mínimo de $5.000 que perciben a mediado de mes los empleados. Ese valor varía hacia arriba o hacia abajo según las horas extra y los días de ausentismo por enfermedad. De ahí que en la mayoría de los casos, los recortes parten de los $1.500 pero si se computan otras bajas son superiores.
«Esta retención, que es arbitraria, extemporánea e ilegal, hizo que en la mayoría de los casos absorbiera hasta el 100% de lo que deberíamos haber cobrado en el día de hoy, quedando incluso un remanente a descontar en la próxima liquidación de haberes», advirtieron las comisiones internas del banco.
El conflicto que viene en ascenso desde fines del año pasado, cuando la legislatura bonaerense aprobó la reforma de la caja jubilatoria (ley 15.008), que eleva la edad para jubilarse a 65 años y establece una rebaja en las jubilaciones.