La industria textil entró en crisis y ya se multiplican los despidos en casi todas las provincias. La combinación de bajas ventas, aumentos de los costos operativos y la amenaza de una apertura indiscriminada de las importaciones deja al sector de producción nacional contra las cuerdas y ya afirman que desde 2001 no viven una situación tan crítica.
El sector textil se desangra impiadosamente desde que empezó marzo. Hay empresas en provincias como Tucumán, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Catamarca, provincia de Buenos Aires, San Luis, La Pampa y La Rioja donde los recortes ya empezaron y se espera una seguidilla de despidos durante esta primera mitad del año. Ni el Gobierno nacional ni las administraciones provinciales están dando respuestas.
Topper, Coteminas, Socran, Coopershoes son algunos de los nombres que están llevando a cabo sesantías, de a decenas, de a cientos. La brasileña Coteminas de Santiago del Estero despidió a 41 empleados a principios de marzo y ya suma 105 desvinculaciones desde que inició la gestión de Javier Milei.
En San Luis y La Pampa, mientras tanto, el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA) afirmó que las ventas cayeron hasta un 40% en los últimos meses. Y advirtió que si no hay un cambio radical en el escenario de consumo ocurrirán despidos y cierres de fábricas en esa zona del país.
«Ahora hay suspensiones, quitas de turnos, quitas de horas extras, quitas de algún premio de producción. El empresario resguarda sus intereses y corta por lo más débil, que en este caso es el trabajador», comentó al respecto Julio Ojeda, secretario general de SETIA en esos distritos.
Señalaron que las desvinculaciones ya afectan al 15 por ciento de los empleados que trabajan en este rubro.
La baja de producción que viven las industrias textiles a nivel nacional también repercute en San Luis. Las empresas que se desempeñan en este rubro en la provincia desde enero arrastran una importante disminución en las ventas, que llega hasta el 40 por ciento.
En La Rioja, los números andan por ahí. La Federación Obrera de la Industria del Vestido y Afines (FONIVA) informó que desde que arrancó el año ya hubo 46 despidos en el parque industrial. «Las empresas aducen que hubo una caída de las ventas de entre un 40 y un 50%, que se rompió la cadena de pago, no venden y están ‘sobreestockeadas’», expresaron voceros de la entidad.
Por su parte, Topper cesanteó a 85 empleados de su planta en Aguilares, en la provincia de Tucumán y en la provincia de Buenos Aires Socran sacudió a la pequeña localidad de Las Flores con 200 despidos, que llegan a 300 sumando puestos de trabajo indirectos.