
La decisión la tomó el SUPARA, el gremio que nuclea a los trabajadores del sector. La Comisión Directiva «ha resuelto compensar la pérdida económica que para cada aduanero significó la adhesión al paro general, en concepto de salarios caídos», explicaron. La huelga tuvo la mayor adhesión en años en la actividad.
En un hecho con pocos antecedentes en el país, el Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA) resolvió compensar económicamente a cada trabajador de la actividad que se adhirió a la huelga general convocada por la CGT el pasado 10 de abril.
«Sabemos que no fue una decisión fácil. Adherirse a la medida de fuerza implica esfuerzo, coraje y, muchas veces, enfrentar distintas presiones. Sumarse al paro general implicó no sólo asumir el compromiso de defender lo individual y lo colectivo, sino también enfrentar la pérdida directa de parte del salario -a través del descuento por el día no trabajado- y lo que ello representa en un contexto económico adverso. Este esfuerzo no pasó desapercibido», señalaron desde la organización gremial.
Y explicaron que «en reconocimiento al compromiso y solidaridad de quienes participaron activamente en esta jornada de lucha, la Comisión Directiva del SUPARA ha resuelto compensar la pérdida económica que para cada aduanero significó la adhesión al paro general, en concepto de salarios caídos».

«Esta compensación no es un premio individual; es una acción concreta de acompañamiento mutuo que reafirma uno de los principios que guía nuestra organización: la solidaridad entre los trabajadores, pilar fundamental en toda lucha colectiva. Cada paso que damos en unidad fortalece nuestras demandas y construye una defensa firme frente a las injusticias», aclararon al tiempo que remarcaron que «la lucha no terminó».
Vale recordar que, como reseñó InfoGremiales, el tercer paro general contra la gestión libertaria de Javier Milei se sintió con potencia en la Aduana, un lugar donde habitualmente costaba y cuesta hacer sentir el rigor de las huelgas.
De hecho los conocedores de la Aduana hablaban de una jornada «histórica» que, entienden, obedece al cambio de clima política que se está empezando a sentir en diferentes sectores de la sociedad y también en la actividad.