Lo hizo durante una asamblea que había generado expectativas de avanzar hacia un grado de unidad mayor en el seno de la central obrera, por el compromiso de participar de las deliberaciones de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) y el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA).
La Corriente Federal de Trabajadores llevó a sus principales referentes: Sergio Palazzo (bancarios); Héctor Amichetti (gráficos); Pablo Biró (pilotos); Carlos Minucci (jerárquicos de Luz y Fuerza); Víctor Carricarte (farmacia) y Walter Correa (curtidores), entre otros.
Sin embargo, los referentes del MASA (Jorge Omar Viviani (taxistas); Sergio Sassia (ferroviarios); Norberto Di Próspero (legislativos), Marcos Castro (capitanes de ultramar); Raúl Quiñones (tabaco); Osvaldo Iadarola (telefónicos) y Juan Palacios (telecomunicaciones)) no aparecieron por el microestadio de Ferrocarril Oeste, pese a la palabra comprometida el martes pasado en una reunión con la mesa chica de la CGT.
El triunviro Carlos Acuña abrió el plenario considerando que «después de casi 20 meses de gestión este gobierno aplica sólo una política a favor de los ricos y en contra de los pobres», y añadió que la «CGT ha sido demasiado prudente».
Luego, Palazzo abrió la lista de oradores, celebró el documento elaborado por la CGT «contra el modelo económico» y se preguntó «cuándo van a cesar las intervenciones en los sindicatos».
En la parte final de su exposición, Palazzo planteó que «si el jueves 22 de agosto no hay respuestas del gobierno nacional» a los reclamos gremiales que «la CGT convoque al Comité Central Confederal para definir un plan de lucha».
Posteriormente Omar Plaini pidió «la unidad de la CGT por arriba y por abajo» porque «si un juez penal puede intervenir un gremio, estamos todos en peligro».
Después que un orador del gremio docente reclamó que «el 23 de agosto vayamos a un paro», la secretaria general de la regional cegetista del Chaco, Graciela Aranda, puntualizó que «hay una necesidad de actuar en forma inmediata en defensa de los trabajadores y contra este modelo neoliberal ortodoxo que aplica un modus operandis para generar el miedo en la clase obrera». Y agregó: «En mi provincia proponemos medidas de fuerza con movilizaciones».
Otro de los oradores, Leonardo Fabré (Apops), tras denunciar que «están vaciando el sistema previsional y están robando el Fondo de Garantía de los jubilados», añadió que «este gobierno tiene que aprender a respetar a los trabajadores». Y propuso: «Salgamos a discutirle el poder, porque son ellos o nosotros».
Seguidamente intervino Juan Carlos Schmid (dragado) quien aseguró que «los problemas de la Argentina no se van a solucionar con una movilización o un paro y defendió la propuesta de convocar al Comité Central Confederal, que habían planteado un dirigente del gremio molinero y el otro triunviro cegetista, Héctor Daer.
Finalmente, Schmid leyó el documento elaborado por la CGT con diez reclamos, entre los cuales quedaron ratificados la movilización del 22 de agosto y la convocatoria al Confederal en fecha a precisar.
Más allá de la ausencia de los dirigentes del MASA, hubo silbidos u exhortaciones a realizar un paro ya que provenían de sectores de tribunas ocupados por el gremio camionero, el plenario se desarrolló sin inconvenientes.
Además de los dirigentes de la Corriente Federal de Trabajadores, asistieron Andrés Rodríguez, Antonio Caló, Pablo Moyano, Amadeo Genta, Argentino Geneiro, Abel Frutos, Hugo Benítez, Francisco Gutiérrez, Juan Martini, Rubén Salas, Luis Hlebowicz, Carlos Ríos, Omar Maturano y Carlos Frigerio, entre otros.