(Por Pablo Maradei) La asunción de Javier Milei detonó las gestiones para una paritaria nacional municipal. En un contexto de altísima inflación, los gremios locales arañan lo que pueden con municipios que empiezan a sentir el impacto de la caída del poder adquisitivo. «La sensación es que nos gobierna un grupo de desquiciados», dispara Hernán Doval, el líder de la Confederación de Municipales que recuerda que en algunos distritos del interior el salario de mano es de 80 mil pesos.
Los trabajadores estatales, sin distinguir si son nacionales, provinciales o municipales, están bajo el radar del Gobierno nacional a la hora de pensar como reducir el Estado. La alarma en el sector de los municipales se encendió porque ya hubo despidos en Jujuy y Mendoza, aunque en el segundo distrito fueron reincorporados; mientras que el primero se están encaminando la situación. El estrato de los municipales es el más relegado a la hora de hablar de salarios. Por ejemplo, en ciertos pueblos perdidos de Chaco, el salario en mano es de $ 80.000.
Lo que venía conversando Hernán Doval, titular de la Confederación de Trabajadores Municipales de la República Argentina (CTMRA) y del Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda, con Sergio Massa y Eduardo Wado de Pedro, era contar con una paritaria a nivel nacional que fije un piso salarial por el que ningún municipal pueda cobrar menos que eso. Hoy toda eso está parado: «La secretaría de Trabajo no sé qué está haciendo«, larga Doval en conversación con InfoGremiales.
De esta manera la discusión salarial en esta época tan complicada es distrito por distrito y la dispersión es fenomenal. Por ejemplo, en Avellaneda, Doval acumuló para el trimestre enero febrero marzo un 53,33%, mientras que la municipalidad de Esquel cerró 30% para el mismo período en tres cuotas de 10% cada una.
«Hoy está todo distorsionado», señala el dirigente municipal; y agrega: «No queremos perder contra la inflación obviamente pero si nos fijamos en el Indec publicó que la inflación de diciembre fue del 25%; fenómeno. Ahora bien, el municipal que no alquila gasta su salario en comida y medicamentos y esos dos rubros tuvieron alzas del 40%; entonces ¿de qué hablamos cuando hablamos de inflación?».
Completa: «El ajuste lo van a sufrir todos los trabajadores, y los estatales aún más, pero los municipales venimos corriendo muy de abajo desde antes que Milei que fue quien empeoró todo «.
Al tema de los bajos salarios se le suma la suba de precios sin techo de bienes en general; considerando como último impacto la suba del transporte público, ítem de la canasta familiar que el trabajador no puede evitar gastar. «Cuando estás asfixiado económicamente y el vecino deja de pagar impuestos para comer, el primero que deja de pagar es el impuesto municipal y eso desfinancia al municipio e impacta en el trabajador municipal; el cóctel es de alta combustión porque hay una gran angustia que se va a terminar transformando en mucha bronca y de ahí en más nadie sabe cómo puede terminar esto».
Como presidente de la Obra Social de su sindicato de Avellaneda alerta: «El tema de la salud también es otra cuestión a tener en cuenta. Nosotros vemos un desfinanciamietno a la salud del trabajador; los medicamentos subieron del 100 al 300% y la Superintendencia de Servicios de Salud evalúa suspender ciertos medicamentos de alto costo y bajar un 30% la cobetura por Discapcidad. Yo te digo: magia no se puede hacer, si vos no tenés plata, el prestador no va a poder dar solución al compañero o al hijo de un compañero discapacitado».
Y amplía el Zoom a cuestiones vinculadas al orden nacional: «La sensación es que nos gobierna un grupo de desquiciados; tenés a este Benegas Lynch que dice que la justicia social es una injustica; se ve que nunca salió del barrio privado; habría que traerlo a Villa Corina y mostrarle lo que es injusticia».
Considera que «este gobierno es un mascarón de proa de los poderosos; que en estos meses quieren ver cuánto pueden ganar y cuanto puede llevar para su lado para avanzar lo más rápido que se pueda porque nadie sabe cuánto puede resistir este Gobierno».
– ¿Qué estrategia debería tener la CGT? – preguntó InfoGremiales-
– Por un lado la CGT presentó un amparo contra el DNU por todo el capítulo laboral. Luego vino la movilización y paro que tenía el claro objetivo de que la Ley Ómnibus no se sancione y yo creo que el 24 concretamos ese objetivo de que la ley se cayera. Ahora el Consejo Directivo está facultado para empezar, si es necesario, con un plan de lucha con otros objetivos como son las paritarias y todo el tema de la salud.