(Por Pablo Maradei) El retraso en la distribución de fondos por parte de la Superintendencia de Servicios de Salud a las obras sociales es siempre una cuestión de queja de los sindicalistas que ven retenidos fondos que les pertenecen. Pero a la hora de la repartida, la forma en que se distribuyen de manera discrecional ciertas prestaciones levanta la temperatura de quienes no ven llegar fondos a sus prestadoras.
La distribución de fondos de parte de la Superintendencia de Servicios de Salud fue siempre algo vidrioso en el sentido de que distintos tipos de reintegros, como por ejemplo el del Sistema Único de Reintegro (SUR), es discrecional. Y esta situación en particular levanta el enojo sindical que recogió InfoGremiales para esta nota.
Desde un gremio de servicios vinculado al transporte hicieron saber: «Por SUR, una importante obra social recibió en 2022 casi 3.000 millones de pesos». Y realizó un cuestionamiento sobre el superintendente de Salud por su pasado como empleado de esa institución:: «¿Cuál es la lógica a la hora de distribuir? ¿La Súper juega para el gobierno o para sí?».
Esas suspicacias a esta altura son difíciles de comprobar, pero que muestran un enojo en ciertos pasillos sindicales.
Repasemos segén describe la web oficial del organismo cuál es el rol de la SSS: «Tiene como objetivo implementar, reglamentar y administrar los recursos provenientes del Fondo Solidario de Redistribución, dirigiendo todo su accionar al fortalecimiento cabal de la atención de la salud de los beneficiarios del Sistema Nacional del Seguro de Salud, destinando todos los recursos disponibles para la cobertura de subsidios por reintegros por prestaciones de alto impacto económico y que demanden una cobertura prolongada en el tiempo, a fin de asegurar el otorgamiento de prestaciones de salud igualitarias, garantizando a los beneficiarios la obtención del mismo tipo y nivel de prestaciones, por Resolución 1200/2012 SSSALUD se crea el Sistema Único de Reintegro (SUR), para apoyar financieramente a los Agentes del Seguro de Salud en el reconocimiento de las prestaciones médicas de baja incidencia, alto impacto económico y las de tratamiento prolongado».
En ese sentido si uno analiza los riesgos de los trabajadores por sector, se entiende que un empleado de comercio o de alguna dependencia estatal administrativa como pueden ser los afiliados a UPCN, todos ellos están menos expuesto a sufrir enfermedades vinculadas a la exposición a tareas de riesgo como puede ser un minero, un metalùrgico o un trabajador de luz y fuerza.
En ese sentido la UOM percibió 600 millones de pesos en todo 2022 por SUR y cuenta con 300.000 afiliados. Y hasta mayo de este año había recibido apenas 250 millones.
La misma fuente analiza respecto a Camioneros: «Tiene 200.000 afiliados y recibió el año pasado 1.300 millones, me pregunto: «Hugo respalda a Alberto y Pablo a La Cámpora, juegan a la política del tándem y no dejan de recaudar».
InfoGremiales accedió a información para validar estos números que confirmó y otros más que resultaron llamativos. Por ejemplo, al comparar dos obras sociales del mismo perfil de mercado como son OSDE y la Obra Social Acción Social Empresaria, que por las siglas son Medifè/ASE. Ésta última tiene unos 250.000 afiliados y recibió en 2022 más de 1.000 millones de pesos, mientras que OSDE, con más de 700.000 recibió unos 800 millones. Y hasta mayo de 2023 les ingresaron 330 millones y 450 millones respectivamente. De nuevo: ¿con qué criterio se distribuye?
UPCN, el sindicato que conduce Andrés Rodríguez, registró de ingresos por SUR la suma de 1.500 millones por el año 2022 y hasta mayo de 2023 se hizo de casi 1.000 millones. Cuenta con medio millón de afiliados. En tanto la UOCRA, que tiene 600.000 afiliados recibió en 2022, mil millones de pesos; mientras que a mayo de 2023 su ingreso fue de 700 millones.