Entre cuestionamientos judiciales y el fracaso, cae el primer plan laboral de la era macri

El año pasado un acuerdo firmado entre el gobierno nacional y la cadena de comidas rápidas McDonald’s para la inserción de jóvenes en el mercado laboral, generó una amplia polémica entre la opinión pública, dado que muchos argumentaban que se creaban empleos precarios, con salarios de $4.500 mensuales por jornadas de seis horas de trabajo.

La cartera laboral, que conduce Jorge Triaca, aseguraba que se trataba de un plan de primer empleo que incluía una capacitación para adquirir habilidades útiles para el mercado de trabajo.

La propuesta que firmó Arcos Dorados, que opera la cadena McDonald’s en Argentina, implicaba generar 5.000 puestos de trabajo para jóvenes de entre 18 y 23 años de todo el país.

El convenio contemplaba el pago por parte del Ministerio de Trabajo de $1.000 por cada empleado contratado bajo esa modalidad.

El programa fue también una suerte de prueba piloto de una serie de programas que se preveían aplicar, a través de la Secretaría de Empleo a cargo de Miguel Ángel Ponte, como un relanzamiento de las pasantías.

Ese acuerdo, que se anunció en mayo del año pasado y que fue la primera iniciativa de la «era Macri» en materia laboral para los jóvenes, comenzó ahora a desmantelarse, ya que no será renovado, según confirmó Ámbito Financiero.

Sucede que el plan obtuvo un modesto resultado: en la actualidad hay apenas 700 jóvenes que trabajan en la empresa bajo ese esquema.

Además la Justicia había otorgado en septiembre pasado un recurso de amparo presentado por tres diputadas nacionales y un dirigente de la CTA. La Cámara del Trabajo entendió que el convenio afectaba «derechos de jóvenes en situación de vulnerabilidad» y sus condiciones eran violatorias del «derecho internacional y la propia Constitución».

Funcionarios a cargo de la implementación del programa confirmaron a Ámbito Financiero que desde este mes se resolvió la baja. Cerca de Triaca admitieron que el resultado no había sido el esperado, aunque matizaron con la posibilidad de relanzarlo a partir de una revisión de sus debilidades.

Los voceros de la compañía, en tanto, dijeron al matutino suponer que el convenio estaba en vigencia aunque fueron sus propias autoridades las que frenaron las incorporaciones bajo ese paraguas.

El convenio con McDonald’s se inscribió en el programa Acciones de Entrenamiento para el Trabajo (EPT), de la cartera laboral, aunque con algunos beneficios extra para la cadena internacional: mientras los EPT prevén prestaciones de no más de cuatro horas, este convenio estiraba hasta seis la jornada de los ingresantes.

Además, en lugar de trabajar de lunes a viernes, como se ideó el plan en un principio, Arcos Dorados podía destinarles a los empleados bajo este régimen labores durante los fines de semana.