El juez Lijo presentó un descargo para responder más de 400 cuestionamientos llegados al Senado. Entre ellos estaba su actuación en el asesinato del líder de la CGT. Es la previa a la audiencia pública del miércoles, que será dura.
Para evitar que la audiencia pública de este miércoles sobre la candidatura a la Corte del juez federal Ariel Lijo se convierta en un escándalo, las autoridades del Senado discuten si limitan la cantidad de personas que puedan ingresar al salón Azul de la Cámara alta.
Mientras tanto, el propio Lijo presentó un extenso documento con el que intenta contestar las más de 400 preguntas que ciudadanos enviaron al Senado y rechazar las impugnaciones en contra de su candidatura a la Corte. Se trata de la primera defensa que el magistrado hace de su actuación.
Entre los cuestionamientos defendió su accionar judicial en el asesinato del líder cegetista, José Ignacio Rucci en 1973.
«Existe un alto grado de probabilidad de que, en la planificación, la decisión y la ejecución del hecho hayan participado miembros de la agrupación ‘Montoneros’. La ausencia de participación de miembros de la Triple A y los hallazgos realizados en el caso acerca de la probable participación de civiles en el asunto, descartaron la posibilidad de aplicar normas de imprescriptibilidad largamente avaladas por la Corte Suprema, tribunales internacionales de derechos humanos y, más recientemente en el Estatuto de la Corte Penal Internacional», adujo.
Y agregó: «El archivo del caso estuvo entonces ligado a la imposibilidad de proceder con la acción penal por el paso del tiempo»,