De acuerdo a los datos oficiales, la administración pública nacional es el sector que más se redujo y sin contar las últimas cesantías, que todavía están en conflicto como es el caso de Agroindustria, sólo entre mayo y junio se registraron 10.600 puestos de trabajo destruidos.
En diciembre de 2015, había registrados 240.600 empleados y en julio de este año, esa cifra cayó a 206.856, según datos actualizados del Ministerio de Modernización.
Según publicó el diario La Nación, se registraron 33.744 desvinculaciones, entre despidos, retiros voluntarios y jubilaciones.
La estadística oficial supera incluso un relevamiento del gremio estatal ATE.
La seccional de Capital contabilizó 25.787 cesantías desde que Macri es presidente.
Las dependencias que más se achicaron, según ATE, fueron el Ministerio de Educación (3.940 bajas); el Congreso Nacional (2.035); la Comisión Nacional de Energía Atómica (2.000); el Ministerio de Desarrollo Social (1.199), y el Ministerio de Cultura (1.194).
El relevamiento que hizo UPCN, el otro gremio estatal, distinguió aproximadamente 20.000 bajas, de las cuales la mitad serían de planta permanente y la otra mitad, contratos transitorios.
Pero advirtió sobre un ingreso de 10.000 empleados «con sueldos altos», por lo que el ahorro de gastos fue «casi nulo».
En tanto, los empleados estatales de las provincias se incrementaron de 1.508.500 a 2.283.895 entre 2005 y diciembre de 2015, según datos de Modernización.
En junio de 2018 llegaron a ser 2.309.245, aunque si bien la cifra subió, el ritmo de crecimiento se desaceleró.
Los municipios pasaron de 414.700 empleados en 2005 a 442.560 en diciembre de 2015, en tanto que en la actualidad son 453.799.