El líder de la CTA rebelde, el estatal Pablo Micheli, confirmó que entre sus perspectivas se encuentra la posibilidad de reeditar una huelga nacional en reclamo de mejoras para los trabajadores, como la eliminación del mínimo no imponible y el 82% móvil para los jubilados. Sin embargo, Micheli coincide con la lectura del resto de los popes sindicales, la medida de fuerza deberá esperar el fin del Mundial que se desarrolla en Brasil.
«Las necesidades de la gente no pueden esperar un mundial, pero es muy difícil una unidad de acción de convocar a un paro en esta situación», opinó ayer a la mañana el gremialista en los estudios de InfobaeTV.
Pese a ello, Micheli aseguró: «Es irremediable la posibilidad de otro paro con movilización» en caso de «no haber respuestas y soluciones» por parte de la Casa Rosada. Tanto Micheli, como Moyano y Barrionuevo entienden que los reclamos realizados con el paro del 10 de abril no fueron atendidos, por lo que el regreso al conflicto es inminente.
«Algo hablamos arriba del escenario el otro día con Moyano y Barrionuevo respecto a juntarnos la semana que viene», precisó en relación al evento que compartieron los tres referentes gremiales este lunes en las puertas de la ANSES.
La última vez que «la lucha» los encontró de nuevo en las calles a los dirigentes sindicales fue en esa marcha al organismo previsional, luego del distanciamiento del pasado 8 de mayo, cuando las centrales realizaron movilizaciones separadas por consignas diferentes. «La unidad de acción determina la coyuntura, no es permanente y para siempre. Son centrales distintas», dijo Micheli.
En diálogo con la periodista María O’Donnell, el Secretario General de la CTA recordó que el sindicalismo volverá a verse las caras los días 26, 27 y 28 de junio en Mar del Plata, en un encuentro organizado por la Pastoral Social de la Iglesia Católica.
Consultado sobre el crecimiento de la presencia de la izquierda en los lugares de trabajo, Micheli señaló que el fenómeno se debe a que hay una nueva «camada de trabajadores jóvenes en todos los sectores industriales que no ven con buenos ojos a la dirigencia sindical».
«Crecemos otros sectores que no somos tradicionales, porque tenemos otras prácticas y modelo sindical, de construcción democrática. Rompemos con el sectarismo peronista», manifestó, aunque advirtió: «quien más ha consolidado su presencia en los sectores retrógrados (del movimiento obrero) es la CTA».
Además, Micheli se refirió a las cifras de pobreza que estimaron ex técnicos del INDEC, quienes la calcularon en torno al 20 por ciento.
«La verdadera pobreza es del 40 por ciento de inflación. Es un número altísimo y una vergüenza para la Argentina, una derrota en todo sentido para un modelo productivo que hace agua por todos los costados», concluyó.