El día viernes, trabajadores despedidos de la empresa Shell protestaron en la Sociedad Rural ante los “festejos” que organizó esa multinacional petrolera por cumplir cien años en Argentina. Denunciaron que fueron echados el pasado 30 de abril por haber conformado una lista opositora al sindicato petrolero que conduce Alberto Roberti, también vicepresidente del bloque de diputados del Frente Renovador de Massa.
Los trabajadores que encabezaron el escrache acusaron a Roberti de haber elaborado, junto a la empresa, una lista negra contra los opositores. Sostienen que los despiden por haber presentado una lista alternativa al sindicato, denunciar las condiciones de insalubridad en la planta, la contaminación, el maltrato a las mujeres y que las dos terceras partes del personal es tercerizado.
Los despedidos sostiene que las condiciones laborales en Shell son «completamente ilegales e incomprensible para una empresa que solo el año pasado ganó dieciséis mil millones de pesos en el país».
Además, afirman que la empresa tiene ganancias millonarias en suelo argentino, pero pisotea las leyes del país, incumpliendo con los tres fallos de la justicia que en segunda instancia sostienen que la empresa debe reincorporar a Fernando Luna, Gustavo Michel y Analía Portillo en forma inmediata, ya que de no hacerlo se están violando los derechos sindicales de los trabajadores.
Esta situación se agrava ya que en estos días el sindicato convocó a elecciones entre gallos y medianoche, siendo que la actual Comisión Interna afín al sindicato está cuestionada por el mismo Ministerio de Trabajo que impugnó las últimas elecciones, y no hay garantías de que se hagan elecciones democráticas sin la reincorporación de los tres despedidos que cuentan con los fallos de reinstalación.