(Por Pablo Maradei) Claudia Ormaechea es diputada nacional y dirigente de la Asociación Bancaria. Presentó un proyecto propio para la reducción de la jornada laboral; lo mismo que hizo el titular de ese gremio, el también legislador Sergio Palazzo. Ambos bregan por esa reducción en la jornada laboral. En tanto, otro dipusindical oficialista como es Hugo Yasky tiene su proyecto de ley algo menos ambicioso.
Ellos tres encarnan tres de las cinco propuestas legislativas que presentaron desde Unión por la Patria. Completan la nómina: la legisladora Mónica Litza y su colega Eduardo Valdés que propone una alternativa de que la jornada sea de un máximo 36 horas semanales, que se podrán distribuir en seis o cuatro días, en ese último caso si se trabaja en jornadas de 7 horas y media.
– Contame de tu proyecto de ley para reducir la jornada de trabajo….
– Mi proyecto propone 36 semanales sin reducción del salario y con un número de horas extras determinado para que el empresario no pague horas extras al trabajador que ya tiene contratado para que trabaje 10 u 12 horas para no tomar un nuevo trabajador. También rescato de todos los proyectos presentados que, como la producción es tan variada, lo que hay que buscar es un proyecto que se pueda adaptar y ser viable. Por eso otro proyecto puede ser mejor que el mío, pero bueno la idea es el consenso.
– ¿Por qué es beneficioso esta ley?
– El objetivo fundamental de esta ley es buscar el bienestar y la salud de los trabajadores y trabajadoras; a su vez permite mejorar las relaciones sociales; pero también el objetivo y lo mostraron pruebas piloto que se hicieron es que se optimiza el trabajo. Muestran claramente que se mantiene la renta de las empresas y en muchos casos se mejoran.
– Está claro el beneficio, ahora bien: los trabajadores perdimos una gran batalla post pandemia que es que, aunque tengamos ley de teletrabajo, las empresas volvieron en su gran mayoría a exigir la vuelta a la presencialidad. Si esa pelea no se pudo dar para que se pueda trabajar de manera remota, ¿por qué no empezar por tratar de conseguir ese beneficio para los trabajadores primero? Si la virtualidad nos daba calidad y tiempo porque no se viajaba, no se gastaba plata en comida, e incluso se podía estar en la casa y hasta buscar a los hijos a la salida de la escuela. Todo eso en gran parte, habiendo ley y todo, no prosperó…
– Yo estuve en la presentación de las dos leyes; incluso en la de teletrabajo hubo un proyecto que yo presenté y en esta también. Creo que a partir de la pandemia se aceleraron un montón de condiciones además del aceleramiento de las transformaciones por los avances de la robótica y la tecnología. A mí desde el sistema financiero me tocó vivir esto de que los trabajadores de Capital se negaban a volver a la presencialidad; o por lo menos, no lo hicieran de buen gusto. Yo creo que primero que hay que analizar es lo que nos dejó la pandemia como sociedad porque hay cosas que no van a volver atrás. Ahora eso no significa que no se deba debatirlo o buscar las mejores posibilidades. Las cámaras del sistema financiero pensaban que la casa del trabajador era la oficina, pero lo cierto es que la casa del trabajador es la casa del trabajador. Tal vez con una sola computadora que comparte el matrimonio, con perros e hijos etcétera, etcétera. Nosotros planteamos desde nuestra asociación sindical el 3 x 2 y las empresas no querían.
– Gerardo Martínez dijo que no es momento de debatir la reducción de la jornada laobral porque muchos empresarios se van a terminar radicando en Brasil; y desde Juntos por el Cambio dicen que esto no va a generar trabajo nuevo, sino que el empleador optará por pagar horas extras al mismo trabajador o negrear con franqueros…
Yo no voy a hablar de Martínez o de la oposición porque todo lo que proponen es reducción de derechos. Estas definiciones que vos me decís lo único que hacen es cuidarle la plata a los empresarios porque no te olvides durante el gobierno de Macri, y también en el nuestro, los trabajadores perdieron más del 25% del poder adquisitivo; por eso con esta ley de alguna manera le vas a dar más valor a la hora de trabajo.
– Frente al no consenso de todo el espectro político, sumado a la negativa empresarial, ¿considerás que esta ley puede ser beneficiosa para una economía tan golpeada como la nuestra?
– Yo me remito a las pruebas y a los países que ya están en este camino como Alemania, Inglaterra, España, Nueva Zelanda, Francia, Colombia y Chile. Está estudiado y analizado en distintos lugares del mundo con distintas economías y formas; y el empresario no pierde su renta si ese es el punto en discusión. Los resultados fueron beneficiosos para las y los trabajadores para poder compatibilizar la vida familiar con la vida laboral. Para poder discutir que las mujeres se encargan del cuidado y esto produce desigualdades sociales; de hecho, ayudaría a compatibilizar. A mí me parece que hay que animarse con todas las transformaciones que hay en el mundo del trabajo, con todo lo que le pasó al mundo discutir las cosas aportando ideas que busquen el beneficio de la gente y no solamente de un sector. Y después vemos… porque nosotros empezamos hablar de gradualidad, de las empresas más chicas y más grandes; de la capacitación para la reconversión; de lo que vuelve al mercado interno.