«No se avizora que el gobierno pueda tener un plan para evitar el crecimiento de la inflación, eso indica que los despidos van a continuar, y que hasta el momento suman 30.000 en el orden nacional, provincial y municipal», explicó Pablo Micheli en declaraciones a FM Vorterix.
El dirigente agregó que esta situación «tiene que ver con lo que dice el FMI, que vienen a controlar las cuentas públicas en la Argentina, y siempre cortan el hilo por lo más delgado: reduccción del gasto público implica echar a trabajadores a la calle».
«Estamos frente a un tremendo ajuste para la clase trabajadora y la población en general y, por otra parte, una fiesta de los sectores concentrados de poder que han tenido beneficios espectaculares», dijo al referirse a los aumentos en las tarifas de transporte y servicios públicos anunciados ayer por el gobierno nacional y a la eliminación de retenciones a la minería y a la producción de trigo, maíz y carne.
Micheli manifestó también su preocupación por la situación en el sector privado al poner como ejemplo el gremio de la construcción, las suspensiones en fábricas automotrices y los despidos en Atucha.
Micheli aseguró además que «es una mentira absoluta decir que fueron despedidos porque no trabajan. Nadie reclama ni levanta una sola bandera por los ñoquis despedidos», aunque admitió que «pudo haber algunos casos».
Al mismo tiempo, remarcó que por un lado, el gobierno «echa a trabajadores que ganaban 8.000 pesos con familia tipo y por otra parte incorporó cargos políticos con altísimos salarios».
«El gobierno creó cuatro ministerios y 15 secretarías de Estado más 35 subsecretarías con asesores, lo que significa un incremento de la planta política dentro del Estado mientras echan a trabajadores con salarios bajos», se quejó Micheli.