La industria del cuero, junto con la textil y la del calzado, es una de las actividades más afectadas por las políticas económicas del gobierno nacional. En 2016, el sector registró una caída del 11,2% con respecto al año anterior, en conjunto con un aumento de las importaciones de más del 60%, provenientes de Indonesia, Brasil y China.
Esta situación originó conflictos por cierres y despidos con los dueños de las curtiembres, especialmente las de producción a menor escala en un camino de ajuste que no parece detenerse.
Ayer la Federación de Trabajadores de la Industria del Cuero dio otro paso en el conflicto con la publicación de una dura solicitada con el título «Estamos hasta las pelotas». La declaración remarca la desprotección del sector industrial, agravada por la decisión de la empresa estatal YPF de importar productos desde el exterior.
«Una vez más entran, como en las peores épocas neoliberales, productos manufacturados con mano de obra más barata del exterior, en detrimento de los puestos de trabajo. En esta oportunidad, quien los ingresa es el propio gobierno nacional, utilizando en esta oportunidad a la empresa YPF, no sólo para ingresar pelotas sino también mochilas y otros productos», explican.
«Desde nuestra federación vemos con mucha preocupación que no se tenga un criterio en defensa de los puestos de trabajo, sabiendo que es imposible competir con productos del Sudeste asiático», añaden.
Y concluyen: «También vemos con preocupación que el ministro de la Producción Francisco Cabrera no haya contestado ni recibido nuestro pedido de reunión solicitada el pasado 2/9/16. Es por esto que nos encontramos en estado de alerta y movilización, defendiendo los puestos de trabajo y entendiendo que un país que no apuesta a la producción nacional está muerto o moribundo.»