Un informe de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), liderados por Hugo “Cachorro” Godoy, realiza un balance de laboral del año 2016, y destaca distintos aspectos negativos.
Plantea el ajuste como el dato distintivo del comportamiento del mercado de trabajo, y advierte el falso dilema entre la defensa de los salarios o de los puestos de trabajo, impuesto desde el Gobierno Nacional, por medio de sus ministros de hacienda y trabajo.
“A un año de aquella extorsión podemos afirmar que las consecuencias económicas de la política del gobierno de Cambiemos han incluido tanto una caída del empleo como una reducción del salario real”, destacaron.
Por otro lado, también señalan que el mercado de trabajo se encuentra virtualmente estancado desde el año 2012. Pero que “el nuevo gobierno, lejos de impulsar una reactivación del empleo, impulsó medidas que provocaron un fuerte ajuste sobre los puestos de trabajo y los salarios reales, superando la magnitud de las caídas que se habían registrado durante el año 2014”.
Es en este contexto que el informe se detiene en la situación de los trabajadores de la Administración Pública Nacional y de los jubilados y pensionados, “quienes encabezaron el listado de las mayores caídas de los ingresos en términos reales a lo largo del año 2016”.
“En el caso de los trabajadores dependientes del Estado Nacional, los salarios básicos correspondientes al Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP) cayeron en promedio un 8% en comparación con el año 2015, profundizando el desplome iniciado en el año 2010, registrando desde entonces una caída del 21,3% en términos reales, tal como puede observarse en el siguiente gráfico”.
Con respecto a los jubilados y pensionados, desde el gremio de estatales puntualizaran que la llamada “reparación histórica”, vinculada a la supuesta resolución de las miles de demandas que los trabajadores pasivos debieron iniciar a lo largo de los últimos años por las incorrectas liquidaciones efectuadas por la ANSES, “se dio a la par de una caída del 7,1% de los haberes en términos reales, debido a que la actualización por la ley de movilidad fue muy inferior al incremento de los precios a lo largo del año”.
“Esta retracción fue superior aún a la que los haberes jubilatorios habían experimentado en el año 2014, tal como se observa en el siguiente gráfico, y provocó que actualmente la jubilación mínima se encuentre en niveles inferiores a los registrados durante el año 2012”, subrayaron. Sobre todo en un contexto en el cual “más del 70% de los jubilados y pensionados percibe el haber mínimo”.
“De cara al 2017 la situación no resulta alentadora”, se lamentaron y agregaron para finalizar que “todo indica que, en la concepción de las autoridades del gobierno, el salario ha vuelto a ser considerado como un costo o un gasto, que por ende debe ser reducido al mínimo posible. Una vez más, el límite a este proceso estará dado por la capacidad de organización y acción colectiva del conjunto de los trabajadores”.