El jefe de Gabinete, Marcos Peña, recibió ayer a dirigentes de organismos de derechos humanos que, encabezados por Estela Carlotto, plantearon inquietudes en torno a la continuidad de las políticas de Estado en materia de memoria, verdad y justicia.
Pero los cuestionamientos no quedaron ahí. Además hicieron hincapié en el tema de los despidos, que ya acumulan más de 20 mil en el Estado y unos 10 a nivel de los privados.
«Vinimos con la mejor buena voluntad porque el diálogo es necesario entre los organismos de Derechos Humanos y el Estado» señaló Carlotto al término del encuentro y añadió: «Dejamos un documento con los puntos más importantes de nuestras demandas para que los derechos humanos sigan siendo un tema de preocupación para el Estado».
Entre los puntos figuran la continuidad de los juicios de lesa humanidad, los «despidos masivos» y la detención de Milagros Sala, entre otros.