Son casi 20 mujeres las que quedaron desempleadas tras el cierre de una textil de la localidad de Saladillo que confeccionaba indumentaria para diversas marcas, como Puma y Converse. El taller de costura, que además vendía al público con su línea propia -Saint Andrews-, subcontrataba a más personas cuando la demanda excedía su capacidad de producción.
Según informó Letra P, ahora el municipio y la provincia buscan cómo negociar la cooperativización, aunque las trabajadoras no ven colaboración desde la patronal.
La diputada provincial por Cambiemos, oriunda de Saladillo, Alejandra Lordén comentó al mismo portal que “el municipio, mediante la intendenta interina Viviana Rodríguez, se reunió con las trabajadoras y la empresa y les ofreció formar una cooperativa porque el dueño les dejaría las máquinas y la otra opción es que se incorporen a otras cooperativas que realizan trabajos similares de costura”.
No obstante, la versión de la legisladora se contrapone con lo que afirmó la trabajadora textil Graciela Gallardo: “Los dueños no quieren negociar nada; quieren cerrar las puertas y ya está”.
La empresa es propiedad de Carlos Toccalino, un empresario del sector que también tiene talleres en Luján. En el municipio explican que el empresario quiere retirarse del rubro y por eso decidió dejar de producir. Según la misma versión, a las trabajadoras se les pagará la indemnización, pero por ahora las ex empleadas no tienen demasiadas certezas de ello, según cuentan.
A nivel provincial intervino el Ministerio de Trabajo, que fomentará a las demás textiles de la zona para incorporar a las trabajadoras que producían para Toccalino. No intervino, en cambio, el Ministerio de Producción. El cierre de la textil se suma a las cesantías –en un volumen mayor- que vienen dándose en diferentes fábricas en distintos puntos de la Provincia.
No obstante esta situación, el Ejecutivo bonaerense continúa sin designar al titular del ministerio, que está acéfalo desde principios diciembre del año pasado.