La licenciada en enfermería y militante gremial Elizabeth Ríos, quien trabajaba en la guardia desde hacía 20 años, fue cesanteada el 13 de julio en un acto de «persecución gremial», aseguraron los sindicatos en un comunicado de prensa.
Liliana Ongaro, titular de los profesionales y técnicos y secretaria de Asuntos Legales de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa), adelantó que el sector decidirá «los pasos a seguir» hoy en una asamblea.
Los trabajadores se movilizaron el jueves último hacia las puertas del establecimiento junto con militantes políticos de izquierda, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y los delegados del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), de los Hospitales Muñiz, Sardá y Borda y dirigentes de la Fesprosa.
Esther Cáceres, titular de la asociación civil de profesionales, reseñó que Ríos fue delegada de la ATE durante una década y que «la grave sanción se produjo al concluir la tutela gremial».
Ríos colabora desde entonces con la Asociación de Profesionales y Técnicos e integra la subcomisión de Maltrato Laboral.
Los gremios coincidieron en un comunicado conjunto que desde hace 20 años Ríos demuestra compromiso con la institución y su tarea, en «el marco del respeto al derecho de los niños, su familia y los propios trabajadores» del sector.
Ríos se desempeñaba como enfermera en la sección emergencia o guardia, el sector más álgido por calidad y cantidad de pacientes.
«Las autoridades del Hospital adujeron supuestas inasistencias injustificadas de la cesanteada, que ella negó por falsas e infundadas, ya que se debieron a problemas de salud personales y de su hija adolescente. Todas esas falacias fueron desmentidas por Ríos al elevar su descargo de reconsideración», explicaron