(Por Jorge Duarte @ludistas) El regreso a la escena pública de Antonio Caló, que anticipó InfoGremiales, derivó en jornadas frenéticas en el gremio metalúrgico. Hubo cumbre con la conducción nacional y una negociación para garantizar una transición ordenada. La obra social y las paritarias en debate.
Este jueves con una movilización y una misa para recordar los 67 años del bombardeo que la Armada Argentina, con apoyo de sectores de la Fuerza Aérea, realizó sobre los manifestantes peronistas apostados en Plaza de Mayo, reaparecerá públicamente Antonio Caló, el ex titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) Nacional y todavía líder de la seccional capital de los trabajadores metalúrgicos.
En lo que será la primera actividad pública desde su derrota electoral, se esperaba que Caló haga el descargo de su «caída». De hecho, se hablaba de un blanqueo lo que ya había dejado trascender en off a sus medios más cercanos: «En la UOM hubo un golpe político dirigido por Máximo Kirchner».
La noticia, anticipada por InfoGremiales en exclusiva, derivó en una convulsión interna en el sindicato más importante de la industria Argentina y una de las organizaciones emblemáticas de la CGT.
Los llamados de urgencia ante la noticia terminaron en una improvisada cumbre entre el propio Caló y varios de los principales dirigentes de la nueva conducción nacional de la UOM, hoy en manos de Abel Furlán.
Básicamente, le pidieron a Caló que baje el perfil y evite blanquear una interna gremial en medio de la discusión paritaria que se avecina y con la realidad tan compleja que están atravesando por estos días los empleados de la actividad.
De hecho, para el 23 de este mes está pautada la reunión con los empresarios en la que se revisará los 45 puntos firmados hace unos meses. Ese día, como también adelantó este portal, le reclamarán a las cámaras que se adelanten los tramos y que se vuelva a discutir el número final.
Además, el hecho sirvió para avanzar en una limpieza de los canales de comunicación internos del gremio, en la que todavía permanecían varios caciques derrotados, y en un pacto de transición ordenada: Caló aceptó salir a desmentir con un periodista cercano lo que ya había dejado trascender en off por el mismo medio y logró mantener su lugar de peso en el Policlínico Central de la UOM, lugar desde el que está muy concentrado en la gestión de la obra social.
Por último, y para mostrarse en concordia, Caló invitó a la conducción nacional a la marcha que en principio tenía como protagonistas excluyentes a los, aproximadamente, 650 delegados con los que cuenta la seccional. El acto concluirá con una misa que oficiará al conocido Padre Pepe. También hay expectativas de que el propio Alberto Fernández pueda cruzar para saludar a los metalúrgicos.