(Por Pablo Maradei) Antes de conocer la letra chica de la desregulación de las Obras Sociales, los referentes de la CGT plantearon varias dudas sobre el efecto concreto de la medida. Creen que es un intento del Gobierno por disciplinarlos frente a lo que, según el propio Milei, serán los meses más duros del ajuste.
La CGT, interlocutor inconsulto del Gobierno como tantas otras instituciones de la vida civil argentina, espera la reglamentación de una parte del DNU 70/23 que habilitaría la libre elección de una obra social o prepaga por parte de los trabajadores, al quedar sin efecto determinadas resoluciones que no lo permitían.
Esta mañana, el Secretario de Acción Social de la CGT y titular del gremio sanitario (SGBATOS), José Luis Lingeri, aseguró que «si el Gobierno cree que el problema de salud se soluciona dejando que esos 6.000.000 opten por un prepago, no han dimensionado el estado actual de los temas que mencioné anteriormente: monotributo, jubilados, discapacidad y medicamentos de alto costo; ya que somos 46.000.000 de argentinos, y el problema de la salud no se soluciona permitiendo que esos 6.000.000 que pueden pagar un prepago no tengan que ir obligatoriamente a una obra social».
Las definiciones de Lingeri son un ON del OFF que divulgan algunos dirigentes que se reúnen de forma reservada: «Es una manera de persecución para ir encorsetando y desarmando el poder de fuego de la CGT; esto ya lo vimos porque gracias al paro y a la movilización del 24 se cayó la ley Ómnibus».
Sigue: «También van por revertir los amparos que presentamos en la Justicia por la reforma laboral: se vienen meses muy complicado y es vital para el Gobierno desarticular al movimiento obrero».
Más allá de estos análisis políticos, en materia de salud pintan el cuadro de situación tirando preguntas que por ahora no tienen respuesta hasta que se conozca la letra chica de la reglamentación.
1- ¿Las Prepagas declararán a cada uno de los que se vayan a presentar por ventanilla para aportar ese supuesto 20% destinado al Fondo de Redistribución Solidaria (FSR)? ¿O solo aportan por los empleados en relación de dependencia que optarán por pasarse directo a la Prepaga? (se refieren a esos 6.000.000 de trabajadores en blanco que refiere Lingeri)
2- ¿Cómo va a convivir impositivamente el sistema de obras sociales con el de prepagas? Más considerendo también que OSDE es una Fundación.
3- ¿Cómo van a congeniar asociaciones civiles sin fines de lucro con sociedades anónimas que pelean por un valor de cuota?
4- Existen obras sociales de empresas como Mercedes Benz y tantas otras que desaparecerán. De las casi 300 que hay dando vueltas hay muchas que son sellos de goma, pero hay otras que tienen una operatoria superavitaria y que quebrarán.
Un observador del mundo de la medicina comparte la visión de Lingeri y agrega: «Esto no arregla el tema; tiene que ver más con esta lógica de Milei de romper todo, no consensuar y disciplinar. El gran agujero que existe en el sistema de Salud es la Discapacidad; que chupa el 90% del Fondo. Para empezar a sanear el tema sanitario hay que ir eliminando los subsidios a las obras sociales como puede ser los programas SANO, SUMA 70 y otros tantos que coexisten».