La firma Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA) se escuda en en la caída del consumo pero desde el gremio aseguraron a InfoGremiales en exclusiva que la empresa le debe a los trabajadores, entre salarios y aportes patronales, unos 800 millones de pesos. A la deuda se sumó el anuncio de suspensiones por lo que los empleados de la industria láctea advirtieron que evalúan hacer una medida de fuerza.
Con la retracción brutal de la economía, la empresa láctea Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA) le anunció al gremio Atilra que planea realizar suspensiones temporales en sus dos plantas (una se encuentra en Córdoba y la otra en Arenaza, Buenos Aires). La firma, que es dueña de la marca SanCor para los negocios de yogures y postres, buscaba negociar algunos términos de las suspensiones.
En declaraciones al medio Infobae, representantes de la empresa remarcaron que el 21 de diciembre de 2023 Arsa S.A. se presentó ante la justicia comercial, en Concurso Preventivo de acreedores, trámite que fue convalidado con la apertura concursal el 1 de marzo de 2024.
En diálogo en exclusiva con InfoGremiales, fuentes gremiales de Atilra agregaron información complementaria: «En noviembre pasado se firmó un acuerdo con la empresa para saldar esas deudas. Con sorpresa, una semana después de la firma del acuerdo… ¡la empresa se concursó! Entró en concurso y dejó la deuda en el olvido».
Desde Atilra aseguraron que «en una maniobra fraudulenta, los dueños de ARSA (Vicentin Family Group) le venden el concurso al Grupo Vicentin S.A. dejando de lado la deuda reconocida en noviembre pasado. Reconocida y firmada para acordar su pago».
Atentos a la jugada, remataron: «Sin duda, tratan de generar un parate para echar gente y es por eso que el gremio está en alerta».