En la sede de la UOM Avellaneda se reunió la plana mayor de las regionales bonaerenses, más la estructura gremial que soporta a Unión por la Patria. Hubo definiciones sobre el rol y el lugar a ocupar por el movimiento obrero y una última arenga de cara a los comicios. «El domingo no le vamos a poder echar la culpa a nadie si nos equivocamos», remarcó Manrique.
En la sede de la emblemática seccional Avellaneda de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y apenas unas horas antes de lo que fue el cierre de campaña de Unión por la Patria en el estadio de Arsenal de Sarandí, se reunieron las conducciones de los principales gremios que integran el espacio político.
Con el local, Daniel Daporta, el líder de la UOM, Abel Furlán, la diputada nacional y referente nacional de judiciales, Vanesa Siley, el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa y el secretario Adjunto del Smata y candidato a diputado nacional, Mario «Paco» Manrique, en la mesa de oradores y con referentes de las más de 30 regionales de la CGT de la provincia de Buenos Aires y dirigentes de los distintos gremios cegetistas que acompañan las candidaturas de Axel Kicillof y Sergio Massa, compartieron visiones y se dieron fuerza para el último tramo de campaña.
«Somos los verdaderos generadores de la riqueza del país y de la provincia de Buenos Aires en particular. Tenemos que definir y fortalecer las políticas que nos pertenecen», abrió Furlán ante el auditorio colmado.
«No podemos mirar para el costado mientras otros proponen salidas que nunca van a llegar a las mayorías» planteó el metalúrgico y aseguró: «La alianza entre el poder económico, el poder judicial y los medios de comunicación hegemónicos tienen de rodillas a la política. Le tenemos que decir al poder real que somos parte y que necesitamos la justicia social».
Además remarcó que la situación salarial «se va a resolver si somos capaces de generar las tensiones necesarias» y arengó: «Es posible una Argentina con Justicia Social».
A su turno, Manrique alertó que «el domingo no le vamos a poder echar la culpa a nadie si nos equivocamos y votamos a uno que solo habla de sacarnos los derechos».
El dato adicional es que Furlán esta a cargo de la secretaría del interior de la CGT a nivel nacional. Desde ese lugar y con Horacio Otero como lugarteniente, encararon un proceso de normalización sin precedentes que llegó a toda la provincia y a casi todo el país.
«La realidad es que los que están en frente vienen por los derechos nuestros, de nuestras familias y de las generaciones futuras», añadió. Y arengó: «Luchemos con alegría porque el 10 de diciembre Massa va a asumir porque vamos a ganar la elección».
A modo de cierre, Correa habló de una elección trascendental que «reconfigura la situación política y sindical». Y pidió que haya más agenda de los trabajadores en la campaña: «Se cambia el clima político y electoral cuando la agenda es de los laburantes».
Además, a modo de reclamo, el ministro planteó que desde el movimiento obrero «queremos empezar a ser parte de la cabeza» del movimiento peronista.
«El 17 de octubre no fue un acto administrativo, ni electoral. Fue un acto revolucionario de los trabajadores y trabajadoras en defensa de su conductor Juan Domingo Perón. Con esa misma rebeldía tenemos que hacer que Massa sea el presidente de la Nación, Kicillof el gobernador de la Provincia y nuestro compañero «Paco» Manrique diputado nacional», cerró.
La expectativa general entre los presentes que llegaron desde diversos puntos de la provincia de Buenos Aires y que después siguieron hasta Arsenal, estaba puesta en un escenario de balotaje y en la chance de ir a disputar una segunda vuelta en noviembre con Javier Milei.