(Por Luis Autalán @luisautalan) Un sindicalista que no duda en asumir que la informática representa el trabajo de hoy y el futuro pero con intentos empresarios, avalados por funcionarios, para que tenga los mismos derechos de la época colonial. El trazo grueso sobre la necesidad de lograr su Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) y poder, de una vez por todas, sentarse «con todas las de la ley» a la mesa paritaria es su obsesión. Ezequiel Tosco, Secretario General de la Asociación Gremial de Computación (AGC), confía en que el peronismo, por si mismo, podrá «dar vuelta el partido», al tiempo que describe un escenario no alentador frente al avance y poder de los empleadores de un sector decisivo. Pero realza en modo de señal de alerta: la decisión es política.
Con la premisa sanitaria y preventiva que dejó la pandemia para compartir unos mates, cada uno con el suyo y el termo correspondiente, mientras en el monitor del LED la Selección Argentina comienza su partido amistoso premundialista Qatar 2022 ante Emiratos Arabes, nuestro anfitrión barbado aclara que más allá de los rasgos, parlamento y modos no es abogado sino «informático de oficio, trabajé toda mi vida en esta actividad». Ezequiel Tosco, secretario General de la Asociación Gremial de Computación (AGC), el Sindicato de los Trabajadores Informáticos, confiesa ser hincha de Boca y ante una pregunta, para que se defina por Martín Palermo o Juan Román Riquelme, ofrece una actitud conciliadora pero también de habilidad política. «Los dos, Palermo es el gol y Riquelme la magia, en resumen el Boca de Carlos Bianchi, digamos» y sonríe. Acepta con buen humor una pequeña chicana sobre la presidencia de Mauricio Macri en la entidad de la Ribera y si realmente ese ingeniero es hincha del club o trazó un importante proyecto de despegue, tanto para insertar a Boca como una marca registrada internacional, o para su propia carrera política. «Un poco y un poco. Creo que él pudo ver en Boca el resorte para pegar el salto».
A los 46 años para hablar de su familia menciona a sus padres y a su hijo como el núcleo de contención y oxigenante para una actividad «full time» pero todavía sin negociación colectiva. «Una obsesión», se infiere jugando con la apetencia boquense y los cánticos sobre la necesidad de volver a ganar la Copa Libertadores. Y metáforas sencillas a mano, con obstáculos que se reciclan incluso en tiempos de gobiernos peronistas. Eludiendo la formalidad legal precisa, vale consignar que la AGC tiene su partida de nacimiento pero carece del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), lo que hace a la normativa, regulación, intervención puntual del Estado y paritarias. Una trama que incluye la promesa del Presidente Alberto Fernández para lograrlo, como también que uno de sus ex ministros, Matías Kulfas, los haya definido como «obstáculos».
«La Argentinidad al Palo» dirán en algunos barrios con influencias del Rock Nacional. Y para comenzar la entrevista con InfoGremiales queda apelar al lugar común, la pregunta casi inevitable, que nuestro anfitrión debe responder en un sinfín de ocasiones, sobre su persona y el eventual parentesco con uno de los principales protagonistas sindicales de «El Cordobazo».
«Hay teclados con grilletes y muchos políticos con las tres caras del mono: ciego, sordo y mudo. Hemos hablado con políticos y nos han dicho que hay muchos actores que le tienen miedo a esas empresas»
Ezequiel Tosco
-¿Cuántas veces tiene y tuvo que aclarar que no es nieto, ni familiar de Agustín Tosco?
-Siempre tengo que responder a esa pregunta. Me ayuda Google pero igual lo aclaro (risas). De alguna manera tener el mismo apellido de un dirigente sindical histórico me transfiere una responsabilidad enorme, así que hay que estar a la altura de las circunstancias.
-¿Cuántas horas le dedica a su actividad sindical?
-Todo el día, 7×24. Paro para dormir o decido dejar de trabajar, pero estamos de corrido.
-¿Alguna vez tocó la banquina del padre ausente por su labor?
-Permanentemente. Mi hijo me ha sabido disculpar y ahora tenemos una relación maravillosa.
-La promesa del Presidente Alberto Fernández sobre que ustedes tendrán paritarias ¿entró en el horno, está levando, o es un capítulo más de Los Tanques del General Alais?
-Vamos a ver. Nosotros somos optimistas con lo que estamos haciendo porque llevamos mucho tiempo trabajando en esto y confiamos en la palabra del Presidente. Ahora bien, sabemos que los poderes que están atrás, que hoy son los poderes más grandes de la Argentina, están haciendo todo lo posible para que no haya organización gremial en el sector. Esperemos poder llegar a buen puerto y ahora, con la nueva gestión de la ministra de Trabajo Kelly Olmos poder dar ese paso necesario, que aparte se tiene que dar porque no lo decimos nosotros solos, que nos asiste la razón, también la justicia nos da la razón. Va a llegar el momento que vamos a dar el paso y se va a convocar a las paritarias.
-¿Hasta qué punto Informática representa, en política y en gremio, un paralelo a la Ciudad de Buenos Aires, donde el peronismo no puede echar raíces y sentar un liderazgo?
-Es muy importante para la Ciudad de Buenos Aires esta organización gremial teniendo en cuenta que el 80% de los trabajadores informáticos hoy se encuentran en CABA, donde Larreta hizo un gran laburo, el macrismo ha hecho un gran laburo con el polo tecnológico, estando a la vanguardia del desarrollo tecnológico, situaciones que hoy en el peronismo nos ha costado un montón. Tenemos ejemplos como el sistema de gestión documental, esas fueron las herramientas que llevó adelante el macrismo y donde al peronismo nos cuesta mucho volver a estar a la vanguardia del desarrollo tecnológico.
-Tiene valor agregado que usted, peronista, diga un elogio para Juntos por el Cambio.
-Pero es la verdad. Nosotros tratamos de explicar las situaciones como son. También creemos que el peronismo siempre fue vanguardia y estuvo en el desarrollo tecnológico. Con nuestra organización y el aporte de los trabajadores podemos empezar a volver a pensar en grande en ese sentido.
-Se lo preguntaba respecto a la batalla cultural. Hago el paralelo de peronismo y Ciudad de Buenos Aires, porque en realidad creo que usted no la debe tener fácil con la tropa de laburantes. La informática se liga más a lo liberal, que a lo nacional y popular.
-Más o menos. Te sorprenderías. Nosotros hicimos un gran laburo en la batalla cultural y lo que estamos peleando, independientemente de los salarios y de todo, también es la batalla que estamos dando hoy en día respecto al trabajador informático es una identidad. Aquellos que venimos de los 90 la hemos sabido construir y es una identidad que permanece. Ahora bien, tenemos algunas dificultades en el marco de la discusión política, vemos que las empresas tecnológicas, aquellas que nacieron y se desarrollaron bajo el amparo del peronismo a través de la Ley de la Economía y Conocimiento ahora, y anteriormente a través de la Ley del Software, siempre con el peronismo como vanguardia, hoy están trabajando para el PRO. Lo hacen inclusive buscando dentro de los trabajadores, fiscales para el PRO. Y nosotros todavía, por decisión de la política peronista que no avanza en que se regularice la actividad, no nos permite ir a hablar con los trabajadores del peronismo. Ahora, cada vez que hacemos un encuentro y ponemos la Marcha realmente explota, los trabajadores están contentos y se sienten identificados. Cuando Alberto estuvo haciendo la campaña fue a la empresa Accenture se escuchaba de fondo el grito de «Alberto Presidente» de parte de los trabajadores, con lo cual nosotros confiamos mucho en el trabajador y cuando podamos tener la libertad plena de poder hablar con ellos no tenemos ninguna duda de que el trabajador y las trabajadoras van a reconocer su espacio como obrero, como laburante, y que van a defender las banderas del peronismo.
«En el macrismo impulsaron la Ley de Economía del Conocimiento, no era más ni menos que una reforma tributaria con beneficios enormes para el sector empresario. Hoy pagan más impuesto a las Ganancias los trabajadores que esos grandes grupos concentrados»
-¿Se hace todo más complicado en un marco económico con trabajadores y trabajadoras monotributistas y una inflación galopante de tres dígitos para este año?
-Es muy difícil. En «la década ganada» el sector empresario promovía como nuevo esquema de trabajo el «free lance». De hecho hacían eventos en hoteles importantes planteando ese esquema del free lance como una forma de trabajo. Ahí tenemos que salir del engaño. Para eso tenemos un modelo en las reglas de trabajo. Lo que ha demostrado ese empuje de los empresarios, a través del «free lance», lo que va pasando es que el invento le reventó al inventor. O que en la Argentina, lo que sucede es que muchas empresas de Estados Unidos o Europa vienen a contratar a los trabajadores informáticos pagándole buenos salarios, comparativamente en dólares, con la diferencia que le pagan los salarios en Estados Unidos, o con cuentas en Uruguay, Paraguay u otras a través de empresas chilenas. Lo que tenemos que hacer es tener trabajo en blanco para eso. Pero también sucede que, al no haber gremio, las empresas tecnológicas tampoco le aumentan los salarios a los trabajadores para ser competitivos, sino que lo que están haciendo es generar una renta extraordinaria que se la están quedando ellos, ingresan al país para eso. Por eso es importante que tengamos paritarias y salarios competitivos a nivel mundial -porque la materia prima hoy es el conocimiento del trabajador- y a partir de eso va a empezar a bajar la cantidad de monotributistas y los trabajos «free lance» que hacen para afuera, que en su gran mayoría están en negro, donde tampoco ingresan los dólares y el pago de impuestos a la Argentina.
-Se dice que en la Argentina se puede llenar un estadio, para 20 mil personas, con la cantidad de trabajadores que está demandando la informática y no están a disposición.
-No tenemos el número exacto. Sabemos que en blanco hay casi 140.000 trabajadores y miles más en el modo «free lance». Pero hasta que no haya un Convenio Colectivo de Trabajo, se pueda hacer un mapa ocupacional y hasta que no podamos tener los números, son todas estimaciones, pero puede ser que sea esa cantidad de trabajadores que demanda y no encuentra el sector.
-Sin números, sin convenio, sin discusión salarial colectiva: Ventaja empresaria.
-Hoy la ventaja es absolutamente toda para el sector empresario.
-¿Esos empresarios, de grupos concentrados y con peso, entran más rápido a la Casa de Gobierno o a un ministerio que usted, que va por otros pasillos y haciendo toda la procesión?
-Por supuesto. Incluso tenemos que ser conscientes que las empresas más grandes del país ya no son Paolo Rocca, Techint o YPF. Hoy las más grandes de la Argentina son tecnológicas, como Mercado Libre, Globant, etc. Mercado Libre está más visibilizada y Globant menos, pero no por eso deja de ser una de la más grandes en la Argentina. Globant tiene alrededor de 12.000 trabajadores y en Latinoamérica 25.000, exportan trabajo para todo el mundo. Estas empresas manejan los ministerios como si fueran su propia empresa. Pasó con Kulfas (Matías), a cargo del Ministerio de Producción, ha sucedido dentro del peronismo y dentro del macrismo. En el macrismo impulsaron la Ley de Economía del Conocimiento, que como estaba presentada en su momento no era más ni menos que una reforma tributaria, con beneficios enormes para el sector empresario. Tanto es así que hoy pagan más impuesto a las Ganancias los trabajadores que esos grandes grupos concentrados. Ahora, cuando nosotros discutimos en 2020 la nueva Ley de Economía del Conocimiento donde logramos incluir el requisito para que las empresas puedan acceder a los beneficios de la ley, las empresas también tenían que presentar un libre deuda gremial, en la reglamentación que hicieron la subsecretaria Apólito y Kulfas cambiaron la presentación del libre deuda gremial por una declaración jurada del sector empresario. No es una broma, sucedió así separaron a los que eran trabajadores afiliados, metiéndose ser directamente en el plexo normativo de la Ley de Contrato de Trabajo. Y por circunstancias como éstas defendemos el Modelo Sindical Argentino, entendiendo que esa situación fue una avanzada del sector empresario. Tenemos que tener en cuenta que nuestro sector empresario es dogmático y ellos se sienten con el poder necesario para avanzar contra el modelo sindical, contra la ley laboral, y lo que buscan es una reforma laboral, lo dice el propio Galperín (Marcos) que cada tanto en sus tuits pide una reforma laboral a la brasilera o cambiar el modelo argentino.
-¿Tuvo la pesadilla de que se anula la Asamblea del año XIII y se reinstala la esclavitud?
-No te digo esclavitud, pero de hecho y estando despiertos vemos que hay muchos abusos del sector empresario y la verdad vemos a muchos sectores del gobierno que hacen la vista gorda y oídos sordos a esas situaciones.
-¿Usted dice que podemos hacer un meme de teclados de computadoras con grilletes?
-Hay teclados con grilletes y muchos políticos con las tres caras del mono: ciego, sordo y mudo. Hemos hablado con políticos y nos han dicho que hay muchos actores que le tienen miedo a esas empresas. Los trabajadores no les tenemos miedo y vamos a seguir peleando por nuestros derechos.
-Un temor que existe y porque además no se espera demasiado amparo en la Justicia.
-Tengo que decirte la verdad, los pocos avances que tuvimos siempre vinieron más del lado de la Justicia que de la política, algo que me sigue sorprendiendo. El legado laboral que dejó Perón hoy tiene sus frutos y se ve reflejado. Estamos esperando que también se embanderen los políticos con ese legado, no en palabras sino en los hechos.
-¿Es una pérdida de horas, días, años, discutir si el peronismo es kirchnerismo o viceversa?
-Tengo mis reparos en cómo trata el kirchnerismo a algunos sectores del Movimiento Obrero. Pero también tengo mis reparos en cómo algunos sectores del peronismo están más enganchados con el poder que con los derechos. Entonces hay una mescolanza ahí que no se termina de cerrar. Creo que lo que tenemos que hacer es dejarnos de joder, sentarnos todos, armar una mesa de discusión, no de debate permanente, pero sí de toma fuerte de decisiones y volver a poner las banderas del peronismo que es el Movimiento Obrero, la defensa de los derechos, el crecimiento de la industria, la nacionalización y la soberanía de la economía.
«Del Argentina Programa se le entregaron más de 4.000 millones de pesos al sector empresario para que hagan una política que fue un fracaso total»
-¿Para esa mesa hay que equilibrar las patas? Porque las mesas de diálogo, paritarias, el PJ y otras están inclinadas en contra de los trabajadores. Y el 2023 está a la vuelta de la esquina
-Nosotros no participamos en forma directa en la política, nos abocamos a lo que es el Movimiento Obrero donde hoy estamos en una discusión enorme. Aclarado esto, creo que necesitamos gobernantes fuertes que tomen decisiones y la verdad que la mesa estará pareja para todos el día que tengamos gobernantes que tomen las decisiones valientes que hay que tomar y ahí vamos a encontrar un nuevo conductor, a un nuevo líder, mientras tanto es muy difícil.
-En los 70′ Piero cantaba «para el pueblo liberación». Ya en el Siglo XXI, y editado ese estribillo, sería algo así como «para el pueblo precarización»…
-Hay de todo, pero tenemos que ser y tomar decisiones inteligentes. También es cierto que hay que debatir, volver a poner todo arriba de la mesa y discutir pensando en el beneficio del pueblo, porque ¿Qué es la patria si no es su propio pueblo? La patria no son las corporaciones. La patria es la gente. En ese marco tenemos que empezar a discutir los intereses del pueblo y sus organizaciones, porque no se puede construir directamente de la política para el pueblo, porque después pasa que, cuando hay cambios de gobierno, nos quedamos sin los mecanismos de autodefensa. Por eso es importante fortalecer la CGT y como decía Perón, a las organizaciones libres del pueblo.
-¿Apelar al «decía Perón» a esta altura de las circunstancias implica a veces llegar al punto de remitirse a un Perón mágico que nunca existió? Nos lo han dicho dirigentes peronistas.
-En realidad Perón tuvo su libre interpretación para cada uno de los actores, pero en algo fue claro, defendía el modelo sindical argentino, Perón nace con él, así que cualquier otra interpretación tiene que partir desde las acciones directas de Perón, no tanto de los dichos porque los dichos son amplios. Perón era un conductor del momento que le tocó gobernar, con una visión internacional, del mundo y la posguerra. Nosotros necesitamos contar por lo menos con algunas acciones directas de Perón. El construía con el Movimiento Obrero, empezó a sumar a otros actores de la política y gobernó con las organizaciones del pueblo, se apoyó en ellas para hacer una Argentina grande como la hizo en su momento.
-Mencionó la CGT, ustedes participaron en esta Mesa Sindical Política que se lanzó en Obras Sanitarias y que en la Uocra sentó bases a favor de las PASO y la reivindicación de las paritarias. ¿Alcanza hoy con las paritarias nada más? y lo apunto al debate del oficialismo sobre suma fija más bono versus paritarias.
-Nosotros todavía no estamos discutiendo paritarias. En principio, estoy agradecido porque hay compañeros como el secretario general de la Uocra, Gerardo Martínez, que han acompañado a esta organización como otros y solo lo hacen porque son dirigentes reales del Movimiento Obrero. Nos acompañaron y acompañan desinteresadamente.
-Me lo dice jurando, que se caiga el techo, ¿desinteresadamente, en política y sindicatos?
-Con nosotros sí, jurándolo que se caiga el techo. Hay un montón de actores que no nos pidieron absolutamente nada y nos han ayudado porque son dirigentes del Movimiento Obrero y entienden la importancia de este sector en el concierto actual y en el que se viene. Hay otros que han estado con nosotros y que a la larga han mostrado la hilacha y han querido quedarse con parte de la representatividad de este sector. Pero yo estoy muy agradecido con Gerardo Martínez, porque el nos invitó a participar de esa mesa. Y me parece una idea interesante, porque el Movimiento Obrero tiene que tener su lugar en el marco político, pero no condicionado por la política, por la votación. Lo que tiene que hacer la política es respetar las decisiones del Movimiento Obrero.
-Ahora frente a divisiones gremiales, como ante la posibilidad del pago de una suma fija para los salarios más bajos, no alcanza con cantar la marcha peronista o idealizar «la unidad».
-Dentro del Movimiento Obrero sé que hay sectores que sienten ciertas dudas respecto a nuestra organización. Y en esto quiero ser muy claro. El problema no es que existe esta organización o que crezca, el problema es que no está. Si vos te fijas, o prestás atención, hay muchas empresas de todos los rubros, sobre todo del sistema bancario, que salen a armar su departamento de sistemas y los anotan como empresas informáticas. ¿Qué sucede ahí? Hay un agujero, es un sector no regular por eso se hace urgente también, no solamente por los trabajadores sino por el Movimiento Obrero, ordenar y regular nuestra actividad, para que cuando empresas como los bancos u otros sectores se quieran hacer los vivos e irse a un sector no regular, nosotros podamos atajarlos y pasarle al gremio que le corresponda para que se anote en la actividad que les corresponde. Por eso se hace urgente tapar ese bache y darle a este gremio el convenio para que se pueda regular la actividad.
-¿Suscribe que no hay solución gremial sin solución política, como dijo Lorenzo Miguel?
-Eso sin dudas, pero Lorenzo Miguel en esa época era el presidente del PJ, estaba en pleno ejercicio de la política. Hoy la política y el Movimiento Obrero están escindidos, habría que volver a juntarlos y respetar a los actores políticos en el Movimiento Obrero y viceversa.
-¿A cuánta gente representa usted en su cargo sindical?
-Hoy la afiliación es de 4.000 trabajadores, sube y baja esa cantidad de afiliados. Pero nosotros representamos al universo de compañeros, la mayoría gremial es lo que te habilita a esa representación. Lo que estamos esperando es que de una buena vez se abra la primera mesa paritaria del sector. A nosotros nos dieron la personería en 2018 y en 2020 se publicó en el Boletín Oficial. Con la paritaria convocada vamos a ordenar la actividad, porque hoy cada empresa hace lo que quiere, no hay horas extras, no se respetan los horarios de trabajo, los sueldos y los pisos salariales son los más bajos de toda la actividad industrial. Es mentira que los salarios de los informáticos son los más altos, puede haber quién, por determinada responsabilidad, tenga salarios altos, pero el piso inicial es el más bajo de toda la industria, hablamos de $60.000 y $70.000.
«Tengo mis reparos en cómo trata el Movimiento Obrero a algunos sectores del kirchnerismo. Pero también tengo mis reparos en cómo algunos sectores del peronismo están más enganchados con el poder que con los derechos»
-¿Están en la franja que espera las medidas de este gobierno por la recomposición salarial?
-Sí, para redoblar el salario, mientras que hay demanda de trabajo pero también hay mucha exigencia de conocimientos que se requieren para entrar a esta industria que a su vez es de alto valor agregado. También tenemos que pensar en un régimen especial, nosotros contamos con trabajadores que tienen el problema del síndrome de Burnout , que es el síndrome de la cabeza quemada, están todo el día pensando en desarrollo de algoritmos lo cual es un trabajo intensivo.
-¿Le pasa a usted?
-Sí, a todos nos sucede. Hay muchos que tienen la necesidad de una contención psicológica, por eso también se requiere pensar en un régimen especial que permita bajar la cantidad de horas, atender mejor las necesidades y formas de trabajar. Hay un montón de cuestiones que hay que tener en consideración al momento de armar, primero un convenio colectivo, y pensar cuáles son las mejoras para los trabajadores.
-Hago un paralelo para consultarlo, ¿si en pandemia en muchos y casos concretos no se valoró la labor de los trabajadores y trabajadoras de salud, tampoco sucedió con el personal de informática, no quedan muchas esperanzas para que se concrete la valoración?
-Es cierto que al trabajador informático no se lo reconoció en el momento de la pandemia, a pesar de que en ese momento se discutió la Ley de Economía del Conocimiento, y nosotros hicimos mucha presión para incluir algunos términos. La verdad es que nada me desanima, entendemos que la discusión es larga, que estamos construyendo un gremio importante, pensando en el futuro y en las nuevas formas de trabajo. Nada nos desanima pero llevamos mucho tiempo y llega un momento en que la política tiene que tomar la decisión que tiene que tomar en favor de los trabajadores y no siempre en favor de las empresas.
-La implementación de la Ley de Teletrabajo da el talle para el ejemplo, no fue el espíritu de la norma lo que finalmente entró en vigencia. ¿Esto también los atravesó?
-Nosotros ya veníamos trabajando en un esquema de trabajo con las especificidades mismas de nuestra actividad, lo que pasa es que la ley lo que hace es regular eso y los sectores que lo indican en muchos casos a través de convenios colectivos. Ahora bien, como los sectores empresarios no reconocen a la organización gremial porque el Ministerio de Trabajo no convoca las paritarias, nuestra actividad sigue siendo un caos. Lo que planteamos en algún momento es sentarnos a discutir ese convenio colectivo con el sector empresario. Pero ellos están negados, son dogmáticos y no quieren gremios, de hecho hay actores que tienen mucho poder económico y están trabajando para cambiar el Modelo Sindical Argentino.
-Insisto, con la reglamentación de la Ley de Teletrabajo que definió el Gobierno, hay abogados laboralistas y legisladores que trabajaron en ese proyecto y lamentan que la norma salió «a gusto de los empresarios». Léase, se avanzaron dos pasos y se retrocedieron cuatro.
-Para que te des una idea hay otro ejemplo, una vez que se votó en el Congreso la Ley de Economía del Conocimiento, donde Cristina como titular del Senado y otros legisladores mejoraron varios puntos el proyecto vuelve a Diputados, se termina aprobando y pasa a la reglamentación. Bueno, nosotros tuvimos que escuchar al ministro Kulfas decir que el gremio era un obstáculo para la construcción de esa ley. Ni el macrismo se animó a tanto. Te digo más, la subsecretaria de Economía del Conocimiento, María Apólito en ese momento, salió a decir por los medios que había que defender los derechos de los trabajadores «pero que no se podía hacer sindicalizando». Son palabras del sector empresario, no son palabras de un político.
-¿Sería en esta caso que la opinión “mata” cualquier dato y también derechos laborales?
-¿Datos? Mirá, en lo que va del año el sector empresario, de la Ley de Economía del Conocimiento, ha recibido 42.000 millones de pesos de beneficios fiscales, son unos 200 millones de dólares. Aparte tienen la nueva reglamentación, donde se les entrega dólar billete si hacen inversiones en Argentina o si tienen un excedente de exportación también. El sector empresario sigue pidiendo una aduana fiscal, no deja de pedir un segundo. Entre el 20 y el 60% de descuento al impuesto a las Ganancias; entre el 70 y el 80% de bonos, por el descuento de aportes patronales; beneficios de ANR; subsidios, etc. A lo pavote. Del programa Argentina Programa se le entregaron más de 4.000 millones de pesos al sector empresario para que hagan un programa que fue un fracaso total. Lo hicieron dos veces, una con el macrismo que se llamó el 111 mil y otra con el kulfismo que fue Argentina Programa. El de hoy, Argentina Programa, tengo mis ciertas dudas porque los mismos actores que lo hicieron antes están trabajando, nada más que le agregaron universidades que antes no estaban. Todos esos beneficios para los empresarios y el trabajador no tiene ni un peso de aumento por eso necesitamos las paritarias.
-¿La informática es el trabajo del futuro y se pretende que tenga los derechos de la Colonia?
-Eso es lo que está sucediendo hoy en día, por más que lo quieran decorar con mesas de ping pong, con un buen diseño en la oficina. El sector empresario es muy hábil en ese sentido y la política, la verdad, es poco seria y acepta esas cosas por arriba de las cuestiones reales de los trabajadores, con lo cual en el sector estamos viviendo una etapa pre peronista pero en el siglo XXI.
-En el mientras tanto además, parte de la clase media y pobres está repitiendo, adoptando y apoyando la tónicay prédica libertaria. ¿Cómo toma eso?
-Es un desafío. Creo que a las nuevas generaciones, a quienes nos toca ocupar algunos lugares, estamos ante una etapa que se está modificando. El tiempo y la propia historia generan nuevos actores. En el peronismo tenemos el desafío de poner otra vez esos temas en la mesa y dar respuestas concretas, mientras no lo hagamos va a avanzar el neoliberalismo. Hay un ejemplo muy claro: cuando no le dan la respuesta a los trabajadores, los trabajadores buscan al liberalismo, con lo cual estamos fallando en la acción de la doctrina peronista.
«Las empresas tecnológicas no le aumentan los salarios a los trabajadores para ser competitivos, lo que están haciendo es generar una renta extraordinaria»
-¿Hay tiempo para dar vuelta el partido?
-Siempre hay tiempo para cambiar la situación, tenemos que ser conscientes de lo que significa dar los pasos y cada uno ser más desprendidos y generosos con los compañeros, construir entre todos y no generar espacios de poder sino que el poder tiene que ser del pueblo.
-¿Cuál es su cable a tierra?
-Leo de todo un poco, me gusta la historia, lo que ha pasado en el siglo 20, la tecnología del siglo 20, miro series, mi familia es mi cable a tierra también y me gusta mucho lo que hago, lo hago con pasión y lo disfruto, no lo sufro. Estoy permanentemente escuchando música en modo «random», todo el día, cualquiera: desde Los Redondos, pasando por cumbias, temas populares, tuve mi época de heavy metal, soy de los 90, Megadeth, Metállica, las primeras bandas que vinieron a la Argentina, me encantaba ese tipo de música, Pantera, Iron Maiden.
-¿Las bandas de heavy metal que se podrían asimilar al Movimiento Sindical Argentino?
-Y sí, con mucha fuerza, hay que darle con todo. (Carcajadas)