En el marco de las audiencias en las que se argumentó en favor y en contra del desembarco de Farmauty en la Provincia de Buenos Aires hubo un testimonio que llamó poderosamente la atención e incluso despertó la ira de los farméuticos bonarenses: el de Víctor Carricarte .
Carricarte es el secretario General de la Asociación de Empleados de Farmacia (ADEF) y el representante de los empleados de mostrador, cajeros y cadetes de las farmacias. A pesar de que había un rechazo prácticamente unánime frente al arribo de la firma de Mario Quintana en Provincia, el gremialista hizo un encendido discurso para defender su llegada.
La situación encendió las alarmas del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB) que comanda Marcelo Peretta. Es que entendieron que la defensa del modelo «low cost» como una muestra del acuerdo de ADEF con los empresarios para avanzar sobre sus propios representados.
En principio el gremio que lidera Carricarte (heredero del fallecido Alfredo Ferraresi, padre del actual intendente de Avellaneda) no comprende a los matriculados farmacéuticos, pero cubrirlos es un viejo anhelo del gremio y de los empresarios del sector. Sucede que las escalas salariales de los empleados son casi un 25% más bajas que las de los profesionales y la polifuncionalidad es mucho más sencilla de instalar bajo ese paraguas.
La silenciosa batalla sindical en las farmacias recién comienza. A pesar de que ambos gremios hoy orbitan en torno al Frente Sindical para el Modelo Nacional, las aguas están divididas y no parece aparecer una bandera blanca en el horizonte.