El cura Mariano Oberlín presidió una celebración en apoyo a las trabajadoras de Tamse que realizan una huelga de hambre. Fueron despedidas después del paro del transporte urbano de Córdoba que duró nueve días.
En un acto que convocó a diferentes agrupaciones políticas y sociales el sacerdote consideró que «Lo que se percibe es que el hilo se corta por lo más delgado que en este caso son los trabajadores».
Por su parte Hilda Bustos, representante de la intersindical de mujeres, hizo hincapié en «el costo social que tienen los despidos en este momento tan grave a nivel laboral que está viviendo nuestra provincia y nuestro país».
Además uno de los representantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular reclamó que se implemente plenamente la ley de Emergencia Social y que se sancione la emergencia alimentaria porque dijo que «en muchos barrios de la ciudad hay mucho hambre y tanto el gobierno provincial como el municipal se desentienden de eso».
Las choferes de trolebuses hace trece días que mantienen una carpa con el pedido de ser recibidas por el Intendente Ramón Javier Mestre.