Recuperación invisible. Más bien inexistente. Eso fue el tan anunciado salvataje a Cresta Roja que reunió a Mauricio Macri y a María Eugenia Vidal en un acto transmitido como si fuera un hecho patriótico.
Ahora, tras el fracaso consumado de Proteimsa, la firma que llegó para darle una nueva vida a la avícola, en las plantas de Esteban Echeverría se viven momentos de tensión e incertidumbre. Es que otra vez los empleados no saben cuál será su futuro.
Si bien Proteinsa SA debutó con el acompañamiento del Gobierno, la firma incumplió el grueso de las promesas elevadas al momento de hacerse cargo formalmente de Cresta Roja.
La empresa dejó fuera del proceso de reincorporación al 30% de los operarios de la ex Rasic, por lo que hoy se encuentra muy lejos de alcanzar los 3.500 puestos de trabajo comprometidos al momento del “salvataje”.
Ahora quien llegaría a rescatar a Cresta Roja es Grande Tres Arroyos. La empresa estaría dispuesta, según El Cronista, a desembolsar unos u$s 80 millones para quedarse con Cresta Roja y así iniciar un nuevo proceso.