El titular de la Federación Argentina y Unión del Personal de Panaderías y Afines (Fauppa), Abel Frutos, sindicalista de extrema confianza de Hugo Moyano, empezó desde hace unos meses un giro inesperado a su vida política. Es que luego de haber jugado con el massismo, ahora pone todas sus fichas en Cambiemos.
Frutos pegó el faltazo en la última reunión del Consejo Directivo convocada para cuestionar al gobierno. Colabora así con el doble juego de Moyano: mientras critica al Gobierno, fuentes de la CGT aseguran que «se la pasa firmando convenios con la Provincia por temas de capacitación».
Además, aseguran que ubica a sus propios dirigentes en listas bonaerenses. El Conurbano es de especial interés del referente panadero, quien tiene a sus propios dirigentes dispersos en listas macristas en la Tercera Sección electoral.
Incluso, su hijo Gastón Frutos es candidato a concejal en la boleta de Cambiemos de Avellaneda, aunque el dirigente no logró disputar un buen lugar y va séptimo en la lista que encabeza Sebastián Vinagre y completan María Balbuena Miranda, Maximiliano Gallucci, Berta Núñez, Rubén Conde y Claudia Danielle.
Otro que en los últimos días se volvió a pintar de amarillo es Roberto Fernández. El titular de la UTA, además de haber jugado fuerte para desactivar la huelga de Córdoba, dejó pasar la ley que declaró servicio esencial al transporte en la provincia mediterránea y le garantiza paz social a Macri, al menos hasta el año que viene.
Además, ayer el «Gallego» se mostró con el propio Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, los candidatos cambistas para la Provincia de Buenos Aires y el ministro de Transporte Guillermo Dietrich, en la inauguración de un centro de trasbordo de transporte público en La Matanza.
Es conocido en el ámbito sindical que uno de los hijos de Fernández es funcionario de Horacio Rodriguez Larreta, por lo que los vínculos con el PRO no son nuevos para el titular de la UTA.